No son, por desgracia, escasos en la oficina moderna los individuos que no sólo no aprovechan las oportunidades que se les presentan sino que tampoco permiten que otros lo hagan. Para referirnos a esta actitud de no hacer y tampoco dejar hacer, en castellano solemos utilizar la evocadora expresión "ser como el perro del hortelano", obviando generalmente la más explícita segunda parte de la misma "que ni come ni deja comer".
En el Diccionario de Uso del Español, María Moliner nos indica que "el perro del hortelano" se aplica como "expresión calificativa o como término de comparación a la persona que no toma o aprovecha una cosa para sí misma y tampoco consiente que la tomen o aprovechen otros".
La expresión es de origen muy antiguo, como más abajo se explicará, y su uso en nuestra lengua se consolidó cuando Félix Lope de Vega la utilizó como título de una de sus comedias en 1618. La cineasta Pilar Miró, que Dios la haya perdonado, la adaptó al cine en 1996 con notables resultados, obteniendo siete premios Goya en 1997. En la obra de Lope, Diana se afana en romper con su coqueteos la relación entre Teodoro y Marcela, pero sin acceder del todo a los requiebros de Teodoro de forma que "ni come ni deja comer". Al final, sin embargo, Diana y Teodoro terminan casándose.
El inglés también utiliza a los perros para expresar esta idea, aunque de manera algo distinta. Efectivamente, en inglés decimos like a dog in the manger (literalmente, "como el perro en el pesebre") para referirnos a la actitud que nos ocupa. En su excelente Dictionary of Idioms and Their Origins, Linda y Roger Flavell asignan a esta expresión el valor de "no estar dispuesto a dejar que otros se beneficien de cosas que uno no puede usar" ("to be unwilling to let others benefit from things one cannot use oneself").
El inglés también utiliza a los perros para expresar esta idea, aunque de manera algo distinta. Efectivamente, en inglés decimos like a dog in the manger (literalmente, "como el perro en el pesebre") para referirnos a la actitud que nos ocupa. En su excelente Dictionary of Idioms and Their Origins, Linda y Roger Flavell asignan a esta expresión el valor de "no estar dispuesto a dejar que otros se beneficien de cosas que uno no puede usar" ("to be unwilling to let others benefit from things one cannot use oneself").
Ambas expresiones tienen su origen en una fábula de Esopo que algunos consideran apócrifa y originada en alguna edición medieval de las mismas. De hecho, aparece por primera vez en 1479, en la primera impresión del Corpus Esópico, traducido al alemán por Heinrich Steinhowel.
En la fábula, nos encontramos un perro tumbado efectivamente en en un pesebre que pretende evitar con su presencia y sus gruñidos que unos bueyes puedan alimentarse con su contenido. La argumentación de los bovinos pone en evidencia la actitud del perro: "pues no es de tu linaje comer heno y paja, ¿ por qué impides que lo comamos nosotros, cuando es nuestro alimento natural ?
Nuestra lengua ofrece también un refrán que resulta útil para oponernos a las pretensiones de quien pretende ser "como el perro del hortelano": "agua que no has de beber, déjala correr". La conveniencia de no inmiscuirnos en cosas que no nos incumben es, en todo caso, una observación tan relevante en la oficina moderna que difícilmente podríamos encontrar una mejor manera de cerrar nuestra entrada de hoy.
En la fábula, nos encontramos un perro tumbado efectivamente en en un pesebre que pretende evitar con su presencia y sus gruñidos que unos bueyes puedan alimentarse con su contenido. La argumentación de los bovinos pone en evidencia la actitud del perro: "pues no es de tu linaje comer heno y paja, ¿ por qué impides que lo comamos nosotros, cuando es nuestro alimento natural ?
Nuestra lengua ofrece también un refrán que resulta útil para oponernos a las pretensiones de quien pretende ser "como el perro del hortelano": "agua que no has de beber, déjala correr". La conveniencia de no inmiscuirnos en cosas que no nos incumben es, en todo caso, una observación tan relevante en la oficina moderna que difícilmente podríamos encontrar una mejor manera de cerrar nuestra entrada de hoy.
Ejemplos prácticos:
- Arturo no podía ir al seminario en Estambul pero no dejó que nadie del departamento fuera en su lugar, como el perro del hortelano. Arturo couln't go to Istambul for the seminar but didn't let anyone from the department take his place, like a dog in the manger.
- Algunas compañías aéreas hacen como el perro del hortelano y prefieren no usar sus slots a vendérselos a las low-cost. Some airlines are like the dog in the manger and would rather not use their slots than sell them to low-cost carriers.