La inveterada costumbre hispánica de tomar las vacaciones de forma integra y descoordinada en el mes de agosto convierte al séptimo mes del año en un agónico e interminable sprint por terminar, o simular que se terminan, asuntos que llevan sobre la mesa meses cuando no años.
Esta "recta final" del curso presenta generalmente dos características singulares. Por un lado, resulta desproporcionadamente larga y penosa en relación con su duración real de unas semanas. Por otro, en ella surgen todo tipo de contratiempos e inconvenientes para completar las tareas pretendidas. Estas complicaciones, por lo general, no son tales sino las verdaderas razones por las que precisamente no se había podido acabar antes con las cuestiones abordadas, constatándose así el exceso de voluntarismo que casi siempre tiñe estos afanes veraniegos.
En inglés disponemos de una expresión muy similar y con resonancias hípicas, the home straight. Se podría traducir literalmente como "la recta hacia casa" pero, en realidad, equivale a nuestra expresión "la recta de meta". El Cambridge Advanced Learner's Dictionary, además de su valor en el ámbito específico de las carreras, la define como "the last part of something which is being done" ("la última parte de lo que se está haciendo"). También podemos encontrar la variante home-stretch (a veces escrito junto y otras separado y sin guión), con el mismo significado. Tampoco es infrecuente encontrar en los medios final straight o final stretch.
Ejemplos prácticos:
- Justo cuando pensábamos que entrábamos en la recta final de las negociaciones, la operación se nos cayó. Just when we thougth we were entering the home straight in the negotiation, the deal collapsed.
- Al entrar en la recta final, los candidatos intentan desesperadamente obtener el voto de los indecisos con promesas de cambio. As they enter the home stretch, the candidates are desperately trying to win over undecided voters with promises of change.