Sin embargo, el Diccionario de la Real Academia Española nos recuerda que en puridad una discusión sólo es "bizantina" cuando es baldía (esto es, inútil), intempestiva (es decir, que no corresponde al momento) o demasiado sutil. Si bien la sutileza no suele precisamente caracterizar casi nada de lo que ocurre en la moderna oficina, las más de las discusiones que allí tienen lugar son inútiles e intempestivas, además de completamente innecesarias.
El concepto tiene lógicamente su origen en la ciudad que hoy llamamos Estambul. Se contraponen en la frase las preocupaciones de los complacientes habitantes de la entonces capital del Imperio Romano (uno de cuyos temas de conversación favoritos era el muy misterioso sexo de los ángeles, por cierto) con la presencia de los enemigos a la puertas de la ciudad. La connotación es clara: es peligroso ocuparse de nimiedades mientras existen cuestiones más importantes que resolver. En tiempos modernos, la orquesta del Titanic nos ofrece una imagen de parecidas resonancias.
Relevante, en este contexto, resulta también a la fábula que Iriarte dedicó a finales del siglo XVIII a ejemplificar este concepto y que igualmente se ha incorporado a nuestro idioma. Efectivamente, Iriarte nos presenta a dos conejos que discuten sobre si sus perseguidores son galgos o podencos y terminan capturados por los mismos para concluir con su moraleja: “Los que por cuestiones de poco momento dejan lo que importa, llévense este ejemplo”.
La lengua inglesa nos ofrece una locución de parecidas connotaciones, to split hairs (literalmente, partir o separar pelos). El Cambridge American Idioms Dictionary define la expresión como "to argue about very small differences or unimportant details" ("discutir sobre diferencias muy pequeñas o detalles sin importancia"). Como se observará, aquí el énfasis está más en lo prolijo e inútil de la conversación que en la existencia de asuntos más urgentes que resolver pero generalmente se emplea con una connotación muy similar. El verbo to quibble también puede usarse en este sentido.
Ejemplos prácticos:
- Dedicaron el comité a discusiones bizantinas sobre el procedimiento y no se tomó ninguna decisión importante. They spent the committee splitting hairs about the procedure and no major decision was taken.
- Mientras discutían si los nuevos lanzamientos de la competencia eran galgos o podencos, nuestra cuota de mercado se desplomó. While they were splitting hairs about our competitors' new launches, our market share plummeted.