domingo, 5 de enero de 2014

Dar por culo +


Ya dirigimos nuestra atención a esta, en otro tiempo, innombrable actividad en la entrada que dedicamos hace algún tiempo al manido verbo "putear".  En aquella ocasión nos centrábamos en el uso figurado más o menos directo de esta expresión, con el sentido general de fastidiar.  Subyace en el mismo, como puede observarse, una cierta connotación homofóbica que no obsta para su uso generalizado en la oficina moderna, como luego ilustraremos.

Centramos hoy nuestra atención en una construcción que también emplea este concepto pero con un giro algo diferente.  Nos referimos, en este caso, a cosas o situaciones que nos resultan singularmente desagradables o molestas, hasta el punto de que decimos de las mismas que "nos dan por culo".  Podemos, como siempre en estos casos, incorporar el artículo antes de "culo" para mayor énfasis.

Como apuntábamos, corremos el riesgo de adentrarnos en terrenos políticamente incorrectos, peligro que podemos fácilmente evitar diciendo más bien que determinadas cosas "nos tocan los cojones" (o su versión monjil, "nos tocan las narices").  Los tocamientos genitales adquieren aquí una connotación negativa ciertamente debatible y que, al parecer, son independientes de la orientación sexual de cada cual.  Alternativamente, también podemos decir que esas situaciones molestas simplemente "nos joden".  El Diccionario de la Real Academia Española, de hecho, incluye en su segunda acepción para el verbo "joder" su equivalencia con "molestar, fastidiar" y, en estos tiempos, es mucho más habitual este valor que el original ("practicar el coito", actividad para la que en España empleamos habitualmente otro verbo).

Como se comprenderá fácilmente, dadas las circunstancias en las que se desarrolla el desempeño profesional en la oficina moderna, expresiones de este tipo están siempre en los labios de sus infelices moradores.  Cuando no nos da por culo el atasco matutino, nos lo da que la maquina del café vuelva a estar estropeada (o, más frecuentemente en la oficina moderna, jodida) o que al jefe se le haya ocurrido repasar el presupuesto precisamente hoy, que tenemos que salir pronto para ir a recoger a los niños.  Quizá por lo habitual de su uso, la frase no resulta tan grosera como su literalidad sugiere y se utiliza con cierta alegría incluso en contextos menos informales.

Disponemos en inglés de varias opciones para utilizar en este contexto, menos sonoras pero razonablemente efectivas.  En primer lugar, podemos recurrir al verbo to irk, definido por el Cambridge Advanced Learner's Dictionary como "to annoy someone" ("molestar a alguien").  El mismo significado encontramos para el verbo to peeve, que también podemos emplear en este sentido.  Nótese que ambos verbos son notablemente más formales que la expresión española y su valor está más próximo a nuestro "irritar".

Si queremos mantener un carácter moderadamente malsonante, probablemente debemos recurrir a otras construcciones como to piss off.  También pueden resultar apropiadas algunas de las otras expresiones que proponíamos en la entrada que, en su día, dedicamos precisamente a la locución verbal "tocar los cojones" como to cheese off o to tick off.

Ejemplos prácticos:
  • Lo que me da mucho por culo es que ahora pretenda que no tuvo nada que ver con la decisión inicial.  What really irks me is that he now pretends that he didn't have anything to do with the initial decision.
  • Me da por culo que siempre llegue media hora tarde.  It peeves me that she always shows up half an hour late. 
  • Lo que ya me toca los cojones es tener que cruzar Madrid para una reunión que seguro que va a ser una pérdida de tiempo. What really pisses me off is having to cross Madrid for a meeting that will surely be a waste of time.

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