martes, 29 de mayo de 2012

Ver las orejas al lobo

En estos tiempos de aguda y creciente zozobra económica, pocas expresiones resultan de mayor actualidad que "ver las orejas al lobo".  El Diccionario de la Real Academia Española la define de forma bastante vaga y genérica como "hallarse en gran riesgo o peligro próximo".  Mucho más preciso resulta en esta ocasión el Diccionario de Uso del Español de María Moliner que contiene la siguiente definición: "darse por fin cuenta de la inminencia de un mal trance o un peligro al que antes no se prestaba la atención".

Concurren en el concepto varios elementos que determinan su relevancia en la oficina moderna.  Los peligros que nos acechan se han multiplicado exponencialmente en los últimos tiempos, conforme la crisis económica ha ganado en virulencia y las barreras que protegían nuestra existencia profesional se han debilitado o incluso desaparecido por completo.  No menos notable resulta el hecho de que, ante esta situación, muchas personas optan por mirar para otro o, peor aún, por negar la evidencia, instalándose en un territorio a mitad de camino entre la confianza en la providencia del tradicional "Dios proveerá" y la más absoluta irresponsabilidad.

Es, por ello, muy frecuente en nuestros días que, casi de improviso, un peligro o riesgo al que antes no prestábamos atención se convierta en inminente, generándonos la angustía y el sobrecogimiento que siguen al momento en que finalmente "le vemos las orejas al lobo".  Los ejemplos van desde los recortes de plantilla (que, como los accidentes de coche, parece que sólo afectan a los demás) hasta el "corralito", singular concepto de origen argentino y que, al menos hasta que empiece la Eurocopa, ha pasado a ocupar el centro de las conversaciones en España.

Puede resultarnos útil para expresar esta idea en inglés recurrir a la locución the writing (o alternativamente the handwriting) on the wall,  a la que ya nos referimos en la entrada que dedicamos hace algún tiempo a la construcción ver venir.  Decíamos allí que la referencia a "lo escrito en la pared" tiene su origen en un episodio del bíblico Libro de Daniel, en el que el profeta es el único capaz de descifrar la advertencia al rey de Babilonia que aparece escrita en la pared en medio de una de sus francachelas.

El Cambridge Advanced Learner's Dictionary dice de esta construcción que "se emplea para indicar que hay claras señales de que algo fracasará o dejará de existir" ("said to mean that there are clear signs that something will fail or no longer exist").

Ejemplos prácticos:
  • Cuando empezó la crisis, muchos inmigrantes que le vieron las orejas al lobo empezaron a volverse a sus paises.  When the crisis started, many immigrants who saw the writing on the wall went back to their own countries.
  • Antes incluso de que Apple lanzara el nuevo i-phone, muchos de sus competidores le vieron las orejas al lobo y decidieron abandonar el segmento alto del mercado.  Even before Apple launched the new i-phone, many of its competitors saw the writing on the wall and decided to give up on the high-end of the market.
  • Torres ya no jugaba habitualmente de titular antes de la lesión así que le debía haber visto las orejas al lobo ya entonces.  Torres was often dropped from the team even before his injury, so the handwriting was on the wall even then.

viernes, 25 de mayo de 2012

Buscar una aguja en un pajar

Resulta curioso lo esquivas que pueden resultarnos algunas cosas cuando más precisamos de ellas.  No nos referimos sólo a esos libros o discos que nunca aparecen donde pensábamos que estaban, sino incluso a elementos de naturaleza tan aparentemente sedentaria como los archivos informáticos.

Estos parecen haber desarrollado una extraña capacidad para esconderse en las carpetas más insospechadas o incluso para adoptar nombres imposibles de recordar para sus autores.  Pocas aplicaciones resultan más inútiles, por ello, que el buscador de archivos al que debemos recurrir en última instancia y que termina por hacernos perder la paciencia con su asombrosa lentitud.

Solemos asemejar estas búsquedas imposibles con algo tan dificultoso como "buscar una aguja en un pajar".  En una definición singularmente prolija, el Diccionario de Uso del Español de María Moliner nos indica que se trata de un "comentario que se hace en forma de comparación cuando se busca algo en un sitio donde, por la gran cantidad de cosas que hay o por otra circunstancia, es dificilísimo encontrarlo".

Las fuentes consultadas no aportan una etimología clara para esta expresión aunque, dada la sencilla imagen que evoca, no es sorprendente que encontremos un equivalente muy cercano en inglés (a needle in a haystack, literalmente "una aguja en una bala de paja").  El sentido es, en todo caso, idéntico: "something which is impossible or extremely difficult to find, especially because the area you have to search is too large" ("algo que resulta imposible o extremadamente difícil de encontrar, especialmente porque el área de búsqueda es demasiado amplia"), según el Cambridge Advanced Learner's Dictionary.

Sin embargo, el uso de la expresión española que nos ocupa es más generalizado ya que podemos emplearla para referirnos a cualquier tarea singularmente complicada, aunque la misma no implique búsqueda alguna.   En contraste con la especifidad del DUE, el Diccionario de la Real Academia Española define efectivamente la locución verbal como "empeñarse en conseguir algo imposible o muy difícil".

Existe una expresión inglesa que se presta a ser usada con este sentido más genérico.  Se trata de to go on a wild-goose chase, que podría libremente traducirse como "salir a perseguir ocas salvajes".  Estas gráciles aves son singularmente esquivas y difíciles de capturar por lo que su persecución resulta empeño dificultoso y con escasas posibilidades de éxito.  Parece, sin embargo, que esta antigua expresión, que Shakespeare utiliza en "Romeo y Julieta", tiene en realidad su origen en el mundo de las carreras de caballos.

En todo caso, el propio CALD define el concepto como "a search which is completely unsuccessful and a waste of time because the person or thing being searched for does not exist or is somewhere else" ("una búsqueda que es completamente inútil y una pérdida de tiempo porque la persona o cosa buscada no existe o se encuentra en otro lugar").  Su empleo se extiende a cualquier actividad que está condenada a resultar estéril.

Ejemplos prácticos:
  • Muchas veces localizar a los ciberdelincuentes es como buscar una aguja en un pajar. Tracking down cyber-crooks is often like looking for a needle in a haystack.
  • Marcos me contó después que casi se esperaba que todo aquello terminara siendo como buscar una aguja en un pajar. Mark said afterwards he'd half expected the whole thing would turn out to be a wild goose chase.
  • Después de dos días intentando recortar más los gastos de desarrollo, se dieron cuenta de que era como buscar una aguja en un pajar.  After two days spent trying to cut the development costs more, they realized they were on a wild goose chase.

martes, 22 de mayo de 2012

Tirar piedras contra su tejado

No es ningún secreto que la búsqueda del propio interés, generalmente sin el menor disimulo, constituye uno de los elementos que más contribuyen a configurar el enrarecido ambiente que caracteriza la oficina moderna.  El afán de medrar que impulsa a todo profesional mínimamente ambicioso convierte en irrelevantes las inquietudes y aspiraciones ajenas, que quedan así subordinadas a la consecución de los propios objetivos.

Sin embargo, la estulticia humana y la falta de habilidad a veces perjudican la acción interesada hasta el punto de tornarla inútil, cuando no incluso contraproducente.  Efectivamente, no es infrecuente que, cegados por sus propios intereses, los moradores más abominables de la oficina moderna terminen por perjudicar los mismos, generalmente por excederse en sus afanes o ejecutar éstos con impericia o temeridad.

El Diccionario de la Real Academia Española define la locución verbal "tirar alguien piedras a su tejado" como "conducirse de manera perjudicial a sus intereses".  El Diccionario de Uso del Español de María Moliner ofrece una definición casi idéntica e incluye también la variante con el verbo "arrojar" y la versión que enfatiza que el lanzamiento se realiza contra "el propio tejado".  Desarrolla más el concepto Mª Leonisa Casado Conde en su obra "¡ Se Dice Pronto !", asignando a esta locución verbal el valor de "procurarse un daño a sí mismo o dañar intereses propios, generalmente como consecuencia de intentar perjudicar o atentar contra intereses ajenos".

El inglés nos ofrece una curiosa expresión que puede resultarnos útil para expresar esta idea.  Se trata de la locución verbal to foul one's own nest, que podría traducirse libremente como "cagar en el propio nido".  La imagen no es precisamente muy poética pero sí indudablemente efectiva para trasladar el concepto que hoy nos ocupa, incorporando el contraste con la observación ornitológica de que los pájaros son exquísitamente pulcros en sus propios nidos.   En el McGraw-Hill Dictionary of American Idioms and Phrasal Verbs encontramos la expresión definida como "to harm one's own interests; to bring disadvantage upon oneself" ("dañar los propios intereses; provocarse una desventaja a uno mismo").

Más comunmente encontramos en estos contextos la expresión to shoot oneself in the foot (literalmente, "dispararse en el pie"), de reciente actualidad en España por un desgraciado episodio protagonizado por un joven miembro de nuestra Casa Real, tan propensa de por sí a accidentes de caza de toda naturaleza y horario.  En todo caso, el mismo diccionario define la expresión como "to cause oneself difficulty; to be the author of one's own misfortune" ("causarse dificultades a uno mismo; ser el causante de la propia desgracia").

Ejemplos prácticos:
  • Poner a parir a sus antiguas compañeras fue tirar piedras contra su tejado.  She fouled her own nest when she bad-mouthed her former colleagues.
  • No entiendo cómo el BCE sigue tirando piedras contra su propio tejado, hablando de inflación y no de crecimiento.  I can't understand why the ECB keeps shooting itself in the foot, talking about inflation and not about growth.

martes, 15 de mayo de 2012

Moderna Tauromaquia

Mañana miércoles retomaremos una antigua constumbre en working language y abordaremos una nueva iniciativa, alineada con el objetivo más ambicioso que nos habíamos fijado para este año.

De un lado, siguiendo una tradición que iniciamos el día de San Fermín de 2010, volveremos a publicar cada miércoles una entrada dedicada específicamente a analizar alguna de las múltiples expresiones taurinas que se han incorporado al lenguaje común en la oficina moderna y ensayar su traslado al inglés.  La mayor parte de las entradas serán revisiones de otras que hemos venido publicando en los dos años de vida del blog (el día 29 de abril mes cumplimos sigilosamente años, por cierto) pero, sin duda, habrá también nuevas expresiones que se incorporen a este singular acervo.

Las revisiones, además de corregir fallos y enriquecer el contenido original como es habitual, se orientarán también a que los textos adopten una forma más alineada con la requerida para su publicación conjunta, de manera que se conviertan en un ejemplo de que aspecto podría tener una posible "versión libro".  Por ello, además de aparecer aquí, las entradas se irán incorporando también a un nuevo blog llamado "moderna tauromaquia", que estará vinculado a éste a través de una de sus pestañas superiores.

Pretendemos así disponer, una vez terminada la serie dentro de algunos meses, de un contenido representativo de lo que podría ser un capítulo o parte específica del volumen de working language que nos gustaría ver publicado en un futuro.  Ese texto será el que utilicemos como "carta de presentación" para intentar suscitar algún interés en la publicación de estas páginas.  El autor agradecerá especialmente, por ello, todas las correcciones y sugerencias que reciba sobre estas entradas.

lunes, 14 de mayo de 2012

Dar largas


Probablemente el estereotipo más extendido en el extranjero sobre la cultura laboral española se resume en una palabra: "mañana".   Tenemos fama de demorar la realización de todas las tareas susceptibles de aplazamiento, en una actitud intermedia entre la pereza y la desidia que desconcierta singularmente a los extranjeros que nos visitan o viven entre nosotros.  Ambos aspectos, la actitud hispánica y la incredulidad foránea, quedaron inmortalizados en la genial obra de Mariano José de Larra "Vuelva Usted Mañana", cuya vigencia en nuestros tiempos es mayor de lo que cabría pensar.

Entre los muchos valores que contempla en la entrada que dedica a "largo" y "larga", el Diccionario de la Real Academia Española incluye "dilación, retardación", ejemplificándolos con las locuciones verbales "dar largas" y la hoy desusada "traer en largas". Mucho más profuso y preciso es, en este caso, el Diccionario de Uso del Español de María Moliner.  Efectivamente, encontramos en él una entrada específica para el término "larga", cuya primer valor sitúa en el mundo de la tauromaquia ("lance que consiste en torear con el capote extendido").  Apunta después el sentido de "dilación", precisando que sólo se emplea con el mismo en la locución "dar largas", que define más adelante como "retrasar deliberadamente con pretextos o promesas hacer o resolver alguna cosa".

Parece pues que nos encontramos, una vez más, con una expresión de origen taurino.  Evocaría, en sentido figurado, los amplios aleteos del capote con que el torero lancea al toro cuando éste entra en el ruedo lleno de fogosidad.  Se demora así unos instantes el fajarse con el animal con el objeto de comprobar mínimamente el juego y querencias del astado.

En todo caso, y aunque la expresión pueda efectivamente tener un origen tan hispánico, podemos afirmar sin empacho que las conductas que describe en su uso profesional no son, ni mucho menos, endémicas de nuestro país.  Antes bien, podemos inscribirlas entre las más universales de las tendencias humanas, hasta el punto de que el autor sospecha que la tan conocida como ignorada máxima "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy" podría muy bien tener origen extraterrestre.

En inglés, por ejemplo, se emplea el verbo procrastinate con una frecuencia sorprendente, dado su culto origen latino.  El Cambridge Advanced Learner's Dictionary define este verbo como "to keep delaying something that must be done, often because it is unpleasant or boring" ("retrasar repetidamente algo que debe hacerse, con frecuencia porque resulta desagradable o aburrido").  Nótese que el verbo se emplea con la preposición on.

El uso del término es tan frecuente hoy en día que no pocos ignorantes lo emplean en castellano en su forma inglesa, ajenos a su muy antigua presencia en nuestra lengua, reflejada en la definición que para "procrastinar" nos ofrece el DRAE ("diferir, aplazar").

Los amigos de hablar en castellano con expresiones inglesas también son proclives a decir en este contexto aquello de "arrastrar los pies". Toman así prestada la locución to drag one's feet que, en muchas ocasiones, resulta ciertamente apropiada para trasladar nuestro "dar largas".  EL CALD recoge las construcciones to drag one's feet y to drag one's heels (que se refiere a los talones en lugar de a todo el pie) con el significado de "to do something slowly because you do not want to do it" ("hacer algo despacio porque no lo quieres hacer").

Como curiosidad final, el DRAE sí recoge la expresión "arrastrar los pies" pero únicamente con el muy poco habitual valor de "estar ya muy viejo".

Ejemplos prácticos:
  • El comité apoyó mi propuesta, llegando a la conclusión de que no debemos dar más largas al asunto  The committee supported my proposal, concluding that we shouldn't procrastinate any longer on the issue.
  • Cuanto más tiempo le podamos dar largas al tema, mejor para todos.  The longer we can procrastinate, the better for all concerned.
  • El Gobierno intenta dar largas al tema de las situación fiscal de las autonomías pero la Unión Europea no lo va a aceptar. The Government is trying to drag their heels on the issue of the regions' fiscal position but the European Union will have none of it.
  • Un país como Italia siempre va a seguir dando largas a las profundas reformas que tanto necesita como lleva haciendo treinta años.  Countries such as Italy can be expected to drag their feet over the comprehensive reforms they badly need, as they have been doing for the last 30 years.

martes, 8 de mayo de 2012

Calentón

Los motores de explosión han experimentado una gran evolución en los últimos treinta años, mejorando de forma notable sus prestaciones y fiabilidad.  Lejos quedan los días en que era frecuente ver vehículos averiados en la cuneta, con el capó abierto y el infeliz conductor asomado al galimatías que para el común de los mortales constituye el ingenio que propulsa nuestros automóviles.

En no pocos casos, tras la disfunción del motor no había más que un sobrecalentamiento del mismo debido a haberse revolucionado en exceso o empleado de manera prolongada.  En tiempos relativamente recientes, la estampa de ciudadanos de origen moruno refrigerando sus coches en las cuestas de nuestros puertos de montaña era uno de los clásicos del período estival.  En esa época, los emigrantes magrebíes se embarcaban en largos viejes desde Francia, Bélgica y Holanda hacia sus lugares de origen en el norte de África, generalmente en vehículos anticuados y cargados hasta los topes.  Según algunos observadores, llevaban todo lo que habían comprado durante el año para enseñárselo a sus parientes en prueba de su progreso económico.

Como apuntábamos arriba, los tiempos avanzan que es una barbaridad y hoy es infrecuente que los coches se recalienten, hasta el punto de que la mayoría de los conductores ignoran la utilidad de un extraño termómetro que adorna la mayor parte de los salpicaderos y cuya temperatura nada tiene que ver generalmente con la exterior.

Sin embargo, el exceso de calor que provoca el mal funcionamiento de un sistema pervive en nuestro lenguaje común para referirse, curiosamente, a comportamientos humanos.  Si bien no es infrecuente su uso para referirse también a recalentamientos de índole sexual, cuando empleamos la palabra "calentón" en la oficina moderna nos referimos a un súbito enfado, generalmente de naturaleza excesiva y pasajera.

No encontramos explícitamente este valor de "calentón" en el Diccionario de la Real Academia Española, que sí se refiere al sentido del que trae causa de manera figurada ("acto de calentar o calentarse de prisa o fugazmente").  Este mismo significado genérico ("calentamiento brusco e intenso") aparece recogido en el Diccionario de Uso del Español.

En cuanto a su uso, señalemos que generalmente se emplea con los verbos cogerse, pillarse o agarrarse.  Podemos encontrar estos verbos también con el objeto "un globo" (por ejemplo, "se pilló un globo tremendo cuando se enteró de que no le habían ascendido"), empleado con el valor de "enfado", que recoge el Diccionario de Uso del Español.  En todo caso, este enfado no tiene necesariamente el carácter pasajero que sí es consustancial al "calentón".

Las referencias calóricas se extienden en nuestro lenguaje coloquial, alcanzando desde luego al omnipresente verbo "calentarse", definido de manera algo barroca por el DRAE como "enfervorizarse en la disputa o porfía". En este sentido, la expresión "no te calientes", a las que nos referimos hace tiempo en otra entrada, es ya casi un lugar común en nuestras oficinas.

Si bien de una forma muy diferente, el calor también aparece en la expresión inglesa que podemos emplear en este contexto.  Se trata de to get hot under the collar, que podría traducirse como "calentarse debajo del cuello (de la camisa)".  El valor de la expresión es, sencillamente, estar enfadado pero puede utilizarse con el sentido específico que buscamos.

Ejemplos prácticos:
  • Alberto se cogió un buen calentón pero reconoce que David parecía que le estaba tocando los cojones adrede.  Albert got quite hot under the collar but you must admit that David seemed to be winding him up on purpose.
  • Creo que el jefe se agarró un calentón de la leche cuando volvió de comer y se encontró la mesa de contratación vacia.  I heard the boss was really hot under the collar when he came back from lunch and found no-one at the dealing desk.
  • No te calientes, sólo proponen unos pequeños cambios en uno de los anexos.  Don't get all hot under the collar, they're only suggesting some minor changes to one of the annexes !