jueves, 3 de diciembre de 2015

Bajarse los pantalones

Las referencias a los pantalones constituyen, sin duda, uno de los ejemplos más claros del sexismo que todavía subyace en nuestro lenguaje.  Así, seguimos diciendo que alguien lleva los pantalones bien puestos cuando ejerce su autoridad, cuando es sabido que, en todos los hogares vascos y en casi todos los del resto de España, mandan las mujeres.  También decimos que alguien se puso los pantalones o que se viste por los pies, reflejando la asociación de esta prenda de vestir con la autoridad, el coraje y la determinación.

Se comprenderá, por ello, que la expresión "bajarse los pantalones" lleve aparejadas connotaciones reprobatorias o, al menos, críticas frente a un proceder poco edificante.  El Diccionario de la Real Academia Española hace equivaler esta locución verbal a "ceder en condiciones poco honrosas".  El Diccionario de Uso del Español de María Moliner, por su parte, aporta la siguiente definición: "ceder de manera humillante ante alguna presión".

Nos encontramos, como se ve, en la circunstancia de tener que renunciar a nuestras opiniones o pretensiones, generalmente después de haberlas defendido con insistencia y vehemencia, y hacerlo además poniendo en peligro nuestra dignidad.  No estamos muy lejos de otra expresión ("bajarse del burro") a la que ya hemos dedicado una entrada, aún cuando en ese caso concurre además el elemento de que la pretensión inicial no parecía enteramente justificada o bien soportada.

En inglés, las expresiones que podemos utilizar para expresar esta idea no son tan gráficas o elocuentes como la que hoy nos ocupa.  Tal y como apuntan los autores del segundo volumen de Word Up !, las dos locuciones verbales que mejor se adaptan a expresar la idea que buscamos son to cave in (también simplemente to cave) y to give in.

El Cambridge Advanced Learner's Dictionary define la primera como "aceptar algo que antes no aceptabas después de que alguien te persuada o te amenace" ("to ​agree to something that you would not ​agree to before, after someone has ​persuaded you or ​threatened you").  Para to give in el CALD nos ofrece dos valores similares.  De un lado, equivale a "aceptar finalmente las pretensiones de alguien después de haberlas rechazado previamente" ("to ​finally ​agree to something that someone ​wants after first ​refusing"). Y, de otro, a "aceptar que has sido derrotado, abandonando la discusión o la pelea" ("to ​accept that you have been defeated and ​stop arguing or fighting").

Apuntemos finalmente que, como hicimos notar en la entrada que dedicamos al curioso concepto "pillar en bragas", la expresión inglesa to be caught with the pants/trousers down tiene precisamente ese valor y no el que aquí nos ocupa u otros con connotaciones lúbricas.

Ejemplos prácticos:
  • Después de meses de conversaciones, se tuvo que bajar los pantalones y acabó en Londres sin condiciones de expatriado.  After months of discussions, he had to cave in and ended up in London without expatriate status.
  • Había rechazado nuestra oferta pero tres días después nos llamó y se bajó completamente los pantalones.  He rejected our offer but three days later he called us and gave in completely.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Matar moscas a cañonazos

Los problemas en la oficina moderna suelen abordarse de muy diversas maneras, tantas que casi podemos afirmar que su único elemento común es su habitual ineficacia. Una de las más singulares, y que constituye además una de las pocas excepciones a esa inutilidad, es la que hoy abordamos: "matar moscas a cañonazos".

El concepto es enormemente gráfico e ilustra el uso de medios absolutamente desproporcionados para solucionar una cuestión menor. Implícitos en el concepto están los daños generados por tan desmedido proceder, daños que en estos tiempos llamaríamos sin duda "colaterales". La connotación crítica de la frase hace referencia, en todo caso, precisamente a la desmesura de la conducta sin entrar a valorar su eficacia, que casi se da por sobrentendida.

La expresión no aparece recogida en ninguna de las fuentes que habitualmente utilizamos y que podéis ver en nuestra flamante bibliografía básica. Sin embargo, es evidente que se trata de una construcción de uso frecuente en la oficina moderna, donde el sentido de la proporción no suele ser precisamente una de las cualidades que adornan a los que operan el cañón.

La expresión coloquial inglesa que mejor traslada esta idea es to use a sledge-hammer to crack a nut (literalmente, utilizar un mazo para cascar una nuez) que incorpora claramente la desproporción de los medios empleados. Nótese que la palabra sledge-hammer podemos encontrarla con guión o sin él.

Existe también una construcción menos frecuente que la anterior pero que utiliza imágenes muy parecidas a las de la expresión española. Se trata de to break a butterfly upon a wheel (literalmente, romper una mariposa en un torno, refiriéndose al instrumento de tortura). La expresión tiene su origen en un poema de Alexander Pope (1688-1744) y viene a tener connotaciones muy similares a las buscadas.

Ejemplos prácticos.
  • Para mi toda la propuesta es matar moscas a cañonazos y me preocupa que los clientes no van a aceptar las subidas de comisiones que necesitaríamos para compensar los costes adicionales. In my view the whole proposal is a ‘sledgehammer to crack a nut’ and I am concerned that clients will not accept the fee increases that would be needed in order to offset the incremental costs.
  • Está claro que hay que recortar gastos pero no renovar los contratos temporales y echar a los becarios es matar moscas a cañonazos. We all agree that we need to cut costs but letting all the temp workers go when their contracts are up and sending the interns home is using a sledge-hammer to crack a nut.

martes, 1 de diciembre de 2015

Meter la pata

Sólo las personas muy prudentes o calladas son capaces de mantenerse completamente alejadas de las meteduras de pata, esas situaciones en las que decimos o hacemos algo inoportuno o equivocado, por utilizar como siempre la definición del Diccionario de la Real Academia Española.

Se trata, en general, de ligeras indiscreciones o desaciertos menores que nos dejan en una situación comprometida aunque no tienen consecuencias demasiado graves.  Si nos encontramos en una situación más complicada, podemos decir que hemos "metido la pata hasta el fondo".  En todo caso, cuando las complicaciones que generan estas actuaciones son más serias, en el lenguaje coloquial recurrimos a calificarlas como "cagadas", por extensión de la colorista expresión "cagarla", que ya hemos tratado aquí.

Si bien es cierto que como dice el refrán "el que tiene boca, se equivoca", no lo es menos que existen auténticos profesionales de la metedura de pata. En el ámbito laboral, se trata de personas aparentemente normales que, sin embargo, no dejan pasar ninguna ocasión para el desliz, provocando el regocijo de sus compañeros y poniendo en peligro su carrera profesional en más ocasiones de lo aconsejable. El autor ha tenido ocasión de conocer al menos a uno de estos superdotados de la metedura de pata y es sólo por discreción que no glosa aquí algunas de sus más señeras actuaciones.  Baste decir que consiguió alcanzar con bien la edad de su jubilación anticipada tras algunos momentos espeluznantes en sus últimos ejercicios en activo.

El inglés nos ofrece una expresión muy similar para trasladar esta idea.  Se trata de to put one's foot in it, en la que el pie sustituye a nuestra pata.  Encontramos esta locución en el Cambridge Advanced Learner's Dictionary con el valor de "decir accidentalmente algo que abochorna o disgusta a otra persona" ("to say something by accident which embarrasses or upsets someone").

La expresion se utiliza en inglés desde antiguo y tiene una variante, to put one's feet in one's mouth (algo así como meterse el pie en la boca), que se utiliza cuando se dice alguna cosa singularmente inapropiada. Linda y Roger Flavell en su Dictionary of Idioms and Their Origins apuntan a que la segunda expresión surgió a finales del siglo XVIII para calificar las meteduras de pata de Sir Boyle Roche, un político irlandés. Entre las perlas que se le atribuyen está ésta: "The country is overflowing with absentee landlords" (que podría traducirse como "el país está abarrotado de propietarios ausentes").

Apuntemos finalmente que, en sentido contrario, en inglés podemos emplear la locución verbal not to put a foot wrong para indicar que alguien hizo algo sin cometer ningún error.

Ejemplos prácticos:
  • Cuando nos visitó Roberto, Pedro metió la pata continuamente llamándole Ricardo. When Robert visited us, Pete kept putting his foot in it by addressing him as Richard.
  • Metí la pata en la fiesta de Navidad con mis comentarios sobre María.  No sabía que estaba líada con  Juan y él se molestó bastante.  At the Christmas party, I really put my foot in it with my comments about Mary.  I didn't know she and Ian were an item and he got really upset.
  • No sabía que había varios catalanes en el grupo y metí la pata con un chiste. I didn't know there were several Catalans in the group and put my foot in my mouth with one of my jokes.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Andar con pies de plomo

La prudencia, hermana de la sensatez pero también de la cautela, es cualidad que suele adornar a las personas de éxito en la oficina moderna.  Más sorprendente resulta la frecuencia con la que, en estos tiempos, encontramos a verdaderos pusilánimes en puestos ejecutivos, contrariamente a lo que dictaría cualquier lógica empresarial.  Efectivamente, en estos tiempos calculadores y ventajistas, el exceso de prudencia, que puede muchas veces confundirse con la propia cobardía, parece estar mejor considerado que otras actitudes más decididas.

El Diccionario de la Real Academia Española hace equivaler la locución adverbial "con pies de plomo" con "despacio, con cautela y prudencia".  Otras fuentes coinciden en considerar la precaución, la cautela y la prudencia como los elementos definitorios de este comportamiento, que generalmente encontramos en compañía de verbos de movimiento como "andar" o "ir".

Existe una curiosa construcción que podemos emplear para trasladar al inglés nuestra expresión de hoy, especialmente cuando la misma va a referida a personas ("andarse con pies de plomo con alguien").  Se trata de to treat/handle with kid gloves que podría traducirse como "tratar con guantes de (piel de) cabra".  El Cambrdge Dictionary of Idioms la define como "to be very polite or kind to someone because you do not want to make them angry or upset" ("ser muy educado o amable con alguien porque no queremos enfadarle o incomodarle").

Los guantes hechos de piel de cabrito eran, al parecer, especialmente suaves y dieron origen a la expresión en el siglo XVIII, con el sentido de tratar con delicadeza o sumo cuidado.  La construcción adquirió progresivamente algunas connotaciones negativas y se extendió su uso para referirse a las personas que se andan con excesivos remilgos en su labor.

Nos encontramos aquí muy próximos al sentido de una de las más singulares expresiones españolas: "cogérsela con papel de fumar" (que también podemos encontrar en construcciones negativas como "no cogérsela ni con papel de fumar").  En un antiguo artículo, Amando de Miguel cita la definición que de la expresión contiene el Diccionario del Insulto de Juan de Dios Luque y otros: "ser excesivamente formalista, puntilloso y exquisito; dícese también del legalista o pseudopuritano que hila muy fino porque tiene excesivos remilgos en comprometerse o arriesgarse".  Aclaremos, para los no familiarizados con la expresión, que lo que se coge es, efectivamente, el pene al que, por algún motivo, en el lenguaje vulgar solemos referirnos con términos de género femenino.

En todo caso, tal como se explica en www.phrases.org.uk, esas connotaciones se perdieron al cruzar la expresión el charco (o la más lírica "laguna" que emplearíamos en inglés) y hoy su valor es más neutro y equivalente, por tanto, a nuestro "andar con pies de plomo".

Ejemplos prácticos:
  • Lleva muchos años y su mayor habilidad es saber cuando hay que andarse con piel de plomo. He is an old hand and his main skill is in knowing which situations to handle with kid gloves.
  • Ignoró tu recomendación de andarse con pies de plomo con él e hizo comentarios que podían interpretarse como una crítica a su gestión de la crisis.  She ignored your advice to treat him with kid gloves and made comments that could be construed as critical to his management of the crisis.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Mira quién fue a hablar

Abordamos hoy un giro de gran utilidad para contestar a la persona que realiza un comentario crítico o desdeñoso hacia alguna actitud o comportamiento ajenos, haciéndole notar que ella no es precisamente un ejemplo en los aspectos en cuestión.

En efecto, el Diccionario de la Real Academia Española recoge la frase "mira quien habla", hoy generalmente sustituida en el lenguaje coloquial por "mira quien fue a hablar", indicando que se emplea "para reprochar a alguien el mismo defecto que él censura en otro, o con que se le advierte que no debe hablar en determinadas circunstancias o de cierta materia".

Es innecesario añadir que la oficina moderna es pródiga en circunstancias en que esta expresión resulta útil o incluso imprescindible. No es menos cierto que en muchas de ellas, especialmente cuando el receptor potencial de la misma es a la vez superior jerárquico del emisor, la frase debe permanecer elíptica tras una mirada de simple asombro.

El inglés nos ofrece una pluralidad de posibilidades para expresarnos en estas situaciones, lo que confirma que las mismas no son exclusivas de nuestro ámbito cultural, como podremos comprobar más abajo. La más literal, look who's talking, resulta incluso más pueril que la castellana y además nos recuerda programas televisivos que, pese a su carácter abominable, han cruzado fronteras con aparente impunidad e incluso éxito para sus creadores.

Un paso más adelante se encuentra it takes one to know one, de difícil traducción literal (algo así como "uno reconoce a los que son como él") pero que incorpora de manera bastante precisa la idea que buscamos. Si añadimos un ladrón a la locución (it takes a thief to know a thief, que también podemos encontrar con catch en lugar de know) nos encontramos con el equivalente de nuestro "cree el ladrón que todos son de su condición", versión algo más agresiva de nuestra expresión de hoy pero con idéntico sentido.

Ejemplos prácticos:
  • - No puedo soportar a Miguel; es un auténtico lameculos. - Mira quién fue a hablar, tú parece que vives en el despacho del jefe. - I can't stand Miguel; he is a real brown noser. - It takes one to know one, you don't go out of the boss' office for days.
  • No deja a nadie ir a seminarios en el extranjero porque cree que sólo van por la juerga. Cree el ladrón que todos son de su condición. He doesn't let anyone attend seminars abroad because he thinks they go there just to party. It takes a thief to know a thief.

Sin embargo, la expresión más pintoresca e idiomática para expresar esta idea es the pot calling the kettle black (que podría traducirse como "el cazo diciéndole a la tetera que está negra") que se usa con la misma significación.  El Cambridge Advanced Learner's Dictionary apunta precisamente que se trata de algo que se dice para indicar que alguien no debe criticar a otro por un defecto que él mismo tiene ("something that you say which means someone should not criticize another person for a fault that they have themselves").

Ejemplo práctico:
  • - Se queja de que la gente no quiere tener reuniones los viernes por la tarde. - Mira quien fue a hablar; él se pira temprano los viernes siempre que puede. - He is always complaining about people refusing to schedule meetings on Friday afternoons. - That's the pot calling the kettle black; he leaves early on Fridays whenever he can.

Curiosamente, las fuentes consultadas (incluída Wikipedia, en un interesante artículo que incluye las formas para expresar este concepto en múltiples lenguas) sitúan el origen de esta última expresión nada menos que en el Quijote cervantino y su incorporación a la lengua inglesa en la traducción de la obra que realizó Thomas Selton en 1620.

Efectivamente, el capítulo LXVII de la segunda parte del Quijote contiene este intercambio que ilustra a la perfección el concepto que hoy nos ocupa:

- No más refranes, Sancho - dijo don Quijote -, pues cualquiera de los que has dicho basta para dar a entender tu pensamiento; y muchas veces te he aconsejado que no seas tan pródigo en refranes y que te vayas a la mano en decirlos; pero paréceme que es predicar en desierto, y "castígame mi madre, y yo trompógelas".
- Paréceme - respondió Sancho - que vuesa merced es como lo que dicen: "Dijo la sartén a la caldera: Quítate allá, ojínegra". Estáme reprehendiendo que no diga yo refranes, y ensártalos vuesa merced de dos en dos.

La frase de Sancho fue trasladada al inglés por Shelton así:
- ‘Methinks, sir,’ said Sancho, ‘you are like what is said that the frying-pan said to the kettle, “Avaunt, black- brows”; you reprehend me for speaking of proverbs, and you thread up yours by two and two.’

sábado, 28 de noviembre de 2015

Hacer la vista gorda

En los últimos tiempos, algunos medios de comunicación otrora silentes han empezado a llamar la atención sobre la muy deficiente supervisión que el Banco de España realizó sobre las cajas de ahorro en los años previos al colapso y la nacionalización de muchas de ellas.  Sólo desde alguna intencionalidad política hoy inextricable puede entenderse esta repentina alarma por una negligencia tan prolongada y conspicua que permitió desmanes de todo tipo, incluído el latrocinio en no pocos casos.

El Diccionario de la Real Academia Española define la locución verbal "hacer la vista gorda" como la acción de "fingir con disimulo que no se ha visto algo". Es notable la presencia central en el concepto del disimulo, definido exquisitamente en otro lugar por el DRAE como "arte con que se oculta lo que se siente, se sospecha, se sabe o se hace", en términos dignos del mejor Javier Marías.

Podemos preguntarnos inicialmente si nuestro "hacer como que no vemos" es un acto generoso frente a terceros o, más bien, un intento de evitar las consecuencias que para nosotros tendría ver y actuar en relación con lo que vemos. En la oficina moderna concurren, sin duda, las dos motivaciones pero nos atrevemos a apuntar que abunda más la segunda pues no es sino una más de las formas que adopta en nuestras empresas la proteica y omnipresente elusión de la responsabilidad. Si hacemos la vista gorda, ¿ quién podrá asegurar que en realidad vimos y no actuamos ?

En inglés existe una expresión con un significado muy similar, to turn a blind eye to something (literalmente algo así como "mirar con el ojo ciego o tuerto").  El Cambridge Advanced Learner's Dictionary la define como "ignorar algo que sabes que está mal" ("to ignore something that you know is wrong")

Como tantas expresiones inglesas, esta frase tiene al parecer su origen en un episodio de la rica historia naval de la Gran Bretaña.  Efectivamente en 1801, cuatro años antes de abrazar la gloria y la muerte en Trafalgar, Horatio Nelson se negó en la batalla de Copenhague a seguir las instrucciones de retirarse que le transmitían mediante banderas desde la nave de Sir Hyde Parker, el admirante de la flota en aquel momento. Nelson, que había perdido un ojo en Córcega en 1774, optó por seguir combatiendo, diciendo a uno de sus subordinados: "You know, Foley, I have only one eye - and I have a right to be blind sometimes... I really do not see the signal" ("ya sabes, Foley, que sólo tengo un ojo y tengo derecho a ser ciego en ocasiones; la verdad es que no veo la señal").

En los últimos tiempos, y quizá por influjo del inglés, se ha popularizado en nuestro idioma emplear también en este contexto la construcción "mirar para otro lado", equivalente literal del to look the other way de la lengua de Shakespeare.  El valor de esta locución en ambos idiomas es también idéntico: ignorar algo malo o desagradable en lugar de intentar revertir la situación.

Ejemplos prácticos:
  • Son responsables de lo que pasa pero claramente algunos hacen la vista gorda.  They are responsible for what goes on but quite clearly some have been turning a blind eye.
  • El poderío militar iraquí se construyó con el apoyo de algunas potencias occidentales mientras que otras hicieron la vista gorda ante las actividades de sus traficantes de armas.  Iraq's military might was built with the encouragement of some Western powers, while others turned a blind eye to their arms merchants' activities.
  • Cuando el Madrid juega en casa, la gente aparca donde le da la gana y la policia hace la vista gorda. When Real Madrid plays at home, people park wherever they please and the police turn a blind eye.
  • A toro pasado, hubiera sido mejor mirar para otro lado cuando nos dimos cuenta de las transferencias sospechosas.  With hindsight it would have been better if we had looked the other way when we first noticed the suspicious money transfers.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Con la gorra

Terminamos hoy la breve serie que hemos dedicado a frases que utilizamos para expresar la facilidad de una tarea y que se inscribe en nuestro sincero pero intermitente afán de evitar que estas páginas entren en la deriva sombría hacia la que parecen tender, reflejando quizá el carácter siniestro de la oficina moderna.

Hoy nos detenemos en la expresión "con la gorra" que el Diccionario de la Real Academia Española define lacónicamente como "fácilmente, sin esfuerzo".

Dado que el uso impropio de nuestra lengua no conoce apenas límites, conviene que no confundamos esta expresión con la similar "de gorra" que quiere decir simplemente "gratis, sin pagar", segun el Diccionario de Uso del Español, que también alerta sobre el hecho de que generalmente existe un cierto abuso en esta conducta. En este sentido, cuando se usa la incorrecta expresión "por la gorra", no se hace sino unir "por la cara" y "de gorra" para denotar lo mismo que propiamente expresa esta última.

En inglés la expresión más útil para expresar la idea que hoy buscamos es, sin duda, hands down (que podemos traducir literalmente como "con las manos bajas" o más libremente como "con las manos en la espalda" o "con las manos en los bolsillos").  Generalmente, nos encontramos con esta locución adverbial tras los verbos to win o to beat.

Ejemplos prácticos:
  • Teniendo en cuenta sus tiempos de entrenamientos, los Red Bulls deberían haber ganado la carrera con la gorra. Considering their practice times, the Red Bulls should have won the race hands down.
  • Después de ver las ofertas económicas de nuestros competidores, pensamos que les superaríamos con la gorra y conseguiríamos el mandato.  After we saw our competitors' economic proposals, we thought we would beat them hands down and get the mandate.