jueves, 28 de febrero de 2013

Dejar como un solar


Siempre han impresionado mucho al autor las fotografías de la decadencia urbana de Detroit, considerada por algunos la primera gran ruina post-industrial.  Lo cierto es que, en su única visita a la llamada Motor City, a mediados de los años noventa del siglo pasado, tuvo ocasión de recorrer algunas de esas manzanas otrora opulentas y después abandonadas y arruinadas hasta quedar a medio camino entre una ciudad centroafricana y algunas escenas del "Planeta de los Simios".  La decadencia de los edificios públicos (estaciones, hoteles, iglesias) es incluso más sobrecogedora por cuanto apunta inequívocamente a aquello de sic transit gloria mundi que nunca debe olvidarse, incluso si uno es aficionado del FC Barcelona.

Pero no son sólo el transcurso del tiempo y la acción de los elementos los que arruinan las cosas.  En la oficina moderna, el ejercicio por determinadas personas de la dirección de equipos, departamentos o divisiones puede suponer para estos daños severos o incluso irreparables, ocasionados por una combinación explosiva de incompetencia e insensatez.  Cuando la acción deletérea de estos sujetos alcanza niveles de destrucción alarmantes decimos generalmente que han dejado aquello "como un solar" o, de forma alternativa y algo forzada, "hecho un solar".  En ocasiones, llegamos incluso a asemejarlos a Atila, el rey de los Hunos, de quien se decía aquello de que "por donde pasaba, no volvía a crecer la hierba".

Conviene notar que este fenómeno no es lógicamente exclusivo de la oficina moderna.  Sin ánimo polémico, podemos convenir que la acción de gobierno, por llamarla de alguna manera, de José Luis Rodríguez Zapatero dejó a nuestro país en una situación que muy bien puede asemejarse con un terreno baldío, de esos que abundan en nuestras ciudades tras el colapso de la burbuja inmobiliaria.  La salida de algunos entrenadores de determinados equipos de campanillas merece también en ocasiones comentarios en parecido sentido, al dejar a sus sucesores plantillas llenas de fichajes fallidos y jugadores desmotivados con sueldos astronómicos.

Aunque se nos ha resistido mucho esta expresión, nos aventuraremos hoy a intentar encontrar algunos equivalentes en inglés.  Agradece mucho el autor la colaboración de dos de nuestros habituales comentaristas que, en las últimas fechas, han contribuido de manera decisiva a que estemos en disposición de escribir lo que sigue que es, en todo caso, mucho más tentativo de lo habitual.

Una construcción bien antigua, y quizá algo anticuada, es la que probablemente resulta más próxima conceptualmente a la española.  Se trata de to go to rack and ruin, que también podemos encontrar con wrack en lugar de rack.  El Cambridge Idioms Dictionary nos indica que la misma se emplea para referirse a un edificio que se arruina completamente por falta de mantenimiento.  La construcción puede emplearse, en sentido figurado, con un valor similar al buscado, como ilustramos en nuestro ejemplo.

Podemos, igualmente, recurrir a la locución verbal to run something into the ground, cuyo significado viene a estar próximo a "arruinar" o "destruir" y que se asocia generalmente al mal uso o al uso excesivo.  Con un sentido idéntico, podemos emplear to lay something to waste que puede encontrarse también en la forma to lay waste to something.

Y, por supuesto, siempre podemos situar al responsable del desastre como actor principal en frases que emplean la pluralidad de expresiones a las que nos referimos en la entrada que hace tiempo dedicamos a la construcción "irse a la mierda" y sus variantes.

Ejemplos prácticos:
  • La empresa iba muy bien pero, cuando su padre murió repentinamente, él intento llevarla solo y acabó dejándola como un solar.  The company was doing very well but, when his father suddenly died, he tried to run it alone until it went to rack and ruin.
  • Sólo estuvo al frente del departamento seis meses pero se las apañó para dejarlo como un solar.  He was in charge of the department for only six months but he managed to run it into the ground.
  • Ricardo fue uno de los líderes de la Segunda Cruzada, que dejó Palestina como un solar.  Richard was one of the leaders of the Second Crusade which laid waste to Palestine.

martes, 26 de febrero de 2013

Jugarse el culo +

Resulta llamativo como en los últimos años la expresión "jugarse el culo" ha sustituido en la oficina moderna a otras de parecidas estructura y significación como "jugarse el pellejo", "jugarse el cuello" o la más trasnochada "jugarse el bigote", de resonancias hoy casi filofascistas.

El Diccionario de la Real Academia Española únicamente recoge la forma "jugarse el pellejo", atribuyéndole su valor literal (esto es, "arriesgar la vida") pero es evidente que, por extensión, utilizamos estas expresiones para referirnos de forma más genérico a ponernos en una situación de peligro grave.  El Diccionario de Uso del Español nos recuerda que la palabra "pellejo" se emplea como representación de la vida de una persona, uso presente en otras expresiones como "salvar el pellejo".

Sorprende menos esta referencia al culo si tenemos en cuenta la presencia casi permanente del mismo en nuestro moderno discurso profesional. Cuando no nos estamos jugando el culo, estamos intentando salvarlo o lo perdemos para conseguir algo. Y eso cuando no lamemos los culos ajenos, asunto esto de naturaleza muy distinta, y sórdida por demás, que ya hemos tratado en detalle en otro momento.

Es quizá un signo de estos tiempos que la integridad del propio culo o del ajeno estén siempre en peligro o, cuando menos, en entredicho. Esta situación refleja la inseguridad y la agresividad que caracterizan el entorno laboral contemporáneo, además de los estilos porculizadores de dirección y motivación que se han extendido en no pocas organizaciones. Hemos de convenir que pocas cosas concentran más las mentes de los empleados que preservar la integridad de sus traseros.

Curiosamente en inglés ha ocurrido un fenómeno parecido, especialmente en los Estados Unidos. La expresión to put one's neck on the line (equivalente literal de nuestro "jugarse el cuello") ha sido sustituida con el tiempo por to put one's ass on the line, situando el culo en el foco de la locución.  También podemos encontrar la expresión con butt en lugar del norteamericano ass.  Todas ellas se emplean con el mismo sentido de ponerse en un grave peligro que indicábamos más arriba.

Así, el Cambridge Idioms Dictionary nos indica que empleamos la construcción "someone's ass in on the line" para indicar que "se encuentra en una situación en la que se le echará la culpa si las cosas salen mal" ("they are in a situation where they will be blamed if things go wrong").

Ejemplos prácticos:
  • Cuando se dieron cuenta de que se estaban jugando el culo, se tomaron por fin las cosas en serio. When they realized their asses were on the line, they finally took things seriously.
  • Se jugó el culo el año pasado para que no echaran a nadie de su equipo pero ya nadie parece que se acuerde. He put his ass on the line last year to ensure that there were no sacks in his team but nobody seems to remember that now.

viernes, 22 de febrero de 2013

Con el culo

Nos acercamos, lenta pero inexorablemente, a las trescientas entradas en este blog que nació, con modestía, hace casi tres años.  Ambos hitos, cuando sean alcanzados esta primavera, merecerán quizá una "reflexión estratégica", ejercicio que suele prodigarse en la oficina moderna, generalmente cuando lo que se pretende en realidad es no tomar ninguna decisión.

En todo caso, la extensión de la serie de entradas mucho más allá de lo inicialmente previsto hace cada vez más difícil encontrar expresiones que no hayamos aún tratado y que puedan tener algún interés para nuestros elctores.

La colaboración de nuestros amables comentaristas resulta, por ello, esencial en esta fase.  Por un lado, proponen retos que obligan al autor a devanarse los sesos y a aventurarse por avenidas inexploradas, no siempre con éxito (piénsese en "eramos pocos y parió la abuela" o "dejar como un solar", por ejemplo).  Por otro, gracias a los comentarios recibidos aprendemos también nuevas expresiones en inglés que enriquecen nuestro conocimiento, en un proceso que sin duda los consultores que pululan por nuestras empresas denominarían cross-fertilization, concepto que al autor siempre le ha generado cierta inquietud.

Abordamos hoy, por ejemplo, una expresión que, al hilo de la revisión de la entrada dedicada a "empezar la casa por el tejado", nos sugería hace sólo unos días uno de nuestros más conspicuos comentaristas desde el Sudeste de Inglaterra.  La celeridad con la que tratamos la misma revela los apuros recientes del autor para mantener el ritmo de publicación que pretende.

Nos referimos, revertiendo por una vez el orden habitual de estas páginas, a la expresión británica arse about face, que yuxtapone culo y cara para indicar, según el Cambridge Idioms Dictionary, que algo "está colocado u organizado al revés de como debería" ("it is placed or arranged the opposite way to the way it should be").

Creemos que esta construcción puede muy bien emplearse para indicar que algo se ha hecho muy mal o, como diríamos coloquialmente en castellano de forma algo vulgar, "con el culo", expresión que comparte con la británica la referencia anal y el sentido.  Esta locución adverbial es de uso muy frecuente en nuestras oficinas y despachos, donde muchas cosas, quizá las más, no se hacen precisamente con la cabeza. La expresión, en todo caso, viene a incorporar el mensaje de que todo está hecho al revés.

Ejemplos prácticos:
  • No me sorprende que su propuesta no funcionara; la planificación estaba hecha con el culo.  I'm not surprised his proposal didn't work; the planning was arse about face.
  • Sacaron una recomendación de comprar el valor pero, cuando vi sus modelos, me di cuenta de que estaban hechos con el culo.  They came up with a buy recommendation on the stock but when I looked at their models, I noticed they were arse about face.

lunes, 18 de febrero de 2013

Empezar la casa por el tejado +

En las últimas décadas, a administración de empresas se ha desarrollado como área de conocimiento de forma notable.  Sorprende por ello constatar como, en la oficina moderna, la sensatez, el orden y la planificación brillan por su ausencia cuando se trata de gestionar los diferentes proyectos.

Esta circunstancia es especialmente sangrante cuando las iniciativas a desarrollar son calificadas como "estratégicas". Este vocablo equivale casi a una maldición para quien debe pilotar proyectos que suelen requerir más seguimiento y powerpoint que inspiración y compromiso.

En efecto, se trata de avanzar hacia los objetivos mediante la realización de diferentes hitos, determinados muchas veces de manera caprichosa y, casi siempre, sin ningún tipo de relación con la finalidad última del propio proceso.  La insensatez suele ir in crescendo conforme se constata que las cosas no avanzan como se requiere o se espera.  En no pocas ocasiones alcanzamos la fase en la que resulta apropiada una notable observación acuñada hace tiempo por un antiguo compañero del autor: "a este paso no llegaremos a ninguna parte, en el mejor de los casos".

En todo caso, en la oficina moderna nos encontramos con frecuencia "empezando la casa por el tejado", locución verbal que podemos definir, con Mª Leonisa Casado Conde, como "hacer las cosas al reves; empezar por el final en vez de por el principio".  Generalmente nos impulsa el afán de colgarnos la medalla por haber conseguido determinados avances o hitos en el proyecto, aunque luego éstos resulten inútiles en tanto no se alcancen otros objetivos anteriores que deberíamos haber priorizado. Pero, claro, primero hay que hacer lo fácil no sea que luego no consigamos lo difícil. Mucho más si el fracaso en la consecución de lo difícil puede achacarse a otros.

En inglés también tenemos una expresión que expresa la misma idea, to put the cart before the horse, que podemos traducir literalmente como "poner el carro delante del caballo", muy similar a la locución española "poner el carro antes que los bueyes", de idéntico significado.  El Cambridge Advanced Learner's Dictionary  define la expresión simplemente como "hacer las cosas en el orden equivocado" ("to do things in the wrong order").

Ejemplos prácticos:
  • Eslovaquia pretendió empezar la casa por el tejado, adoptando el euro sin reformar primero su sistema bancario. Slovakia tried to put the cart before the horse, adopting the euro without first reforming its banking system.
  • Como siempre, empezamos la casa por el tejado registrando los fondos en España sin saber si la red los iba a vender. As usual, we put the cart before the horse, registering the funds in Spain before knowing whether the network was really going to push them.

viernes, 8 de febrero de 2013

Vender la piel del oso +

En una de nuestras entradas de temática taurina hacíamos referencia a la expresión "hasta el rabo todo es toro" y alertábamos sobre la conveniencia de esperar hasta el final del asunto antes de darlo por concluído satisfactoriamente.  Muy relacionada conceptualmente con la misma está la locución que nos ocupa hoy, "vender la piel del oso antes de cazarlo".

Sin embargo, el matiz aquí es que no sólo nos adelantamos al final para cantar victoria sino que nos apuntamos el éxito antes incluso de haber empezado a trabajar para lograrlo. La moderna práctica profesional está con frecuencia orientada a la consecución de hitos que, no por absurdos, dejan de parecer transcendentales en un momento dado.  Por ello no es de extrañar que, en momentos de apuro, el ejecutivo intenté apuntarse éxitos sin haber movido un dedo para alcanzarlos.

El inglés utiliza una imagen diferente, aunque también procedente del mundo animal, para transmitir un significado prácticamente idéntico: not to count one's chickens before they hatch o también before they are hatched (algo así como "contar los pollos antes de que rompan el cascaron" o "eclosionen", si nos ponemos técnicos).  La expresión, de muy antigua aparición en la lengua inglesa, se emplea con idéntico sentido que la nuestra y, dado que normalmente la empleamos como advertencia, no es imprescindible utilizar la segunda parte para hacernos entender y basta en ocasiones con decir don't count your chickens (igual que en castellano es suficiente generalmente con "no vendas la piel del oso").  En todo caso, la expresión siempre se utiliza en forma negativa.

Nótese que la imagen también puede resultar apta para trasponer al inglés las referencias al conocido "cuento de la lechera".  El relato, que encontramos ya entre las obra atribuidas a Esopo, conoce en nuestra lengua la muy notable versión que compuso Félix de Samaniego en el siglo XVIII.  La lección de la fábula no ha perdido actualidad:  "no anheles impaciente el bien futuro, mira que ni el presente está seguro".

Ya que transitamos estos terrenos, terminemos indicando que la fase final del universal proceso psicológico descrito en la fábula ("llorar por la leche derramada") tiene un equivalente literal en inglés (to cry over spilled milk), con el mismo sentido.

Ejemplo práctico:
  • Aunque quisieron meter en el presupuesto dos proyectos después de su viaje a Canadá, Tomás les aconsejó que no vendieran la piel del oso antes de cazarlo. Although they wanted to include two new projects in the budget after their trip to Canada, Thomas told them not to count their chickens before they hatched.
  • En cuanto fue el sorteo todo el mundo ya creía que jugaríamos la final contra Brasil pero no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo. As soon as the draw was made, everyone thought we would play Brazil in the final but you shouldn't count your chickens before they are hatched.

lunes, 4 de febrero de 2013

Hacer oídos sordos +

Son muchas las causas que contribuyen a los problemas de comunicación que abundan en la oficina moderna. Puede decirse sin exageración que los mismos están en la base de la mayor parte de las ineficiencias que encontramos en nuestras empresas, notablemente en los casos de desorganización y descoordinación que caracterizan muchas actuaciones.

Cuando analizamos la naturaleza de estas deficiencias comunicativas, es difícil determinar si lo más grave es que la gente no hable o que la gente no escuche. No cabe duda de que el silencio, causado por la doblez, la ignorancia o el miedo (generalmente a "cagarla"), está detrás de muchas situaciones desagradables y manifiestamente evitables. No es menos cierto que, en muchas ocasiones, ese silencio trae su origen en la poca atención que han recibido los mensajes anteriores o, aún peor, a la recepción negativa que los mismos han tenido.

Efectivamente, con enorme frecuencia se hacen oídos sordos a lo que no se quiere escuchar. Si bien esta actitud puede resultar aconsejable frente a, por ejemplo, críticas infundada o comentarios malintencionados nacidos de la envidia o la inquina, se corre el riesgo de que esa sordera pueda impedirnos escuchar mensajes importantes. Se trata, como recomienda siempre la madre del autor, de desarrollar una sordera bien administrada que es capaz de diferenciar lo valioso (que no equivale a lo positivo) del mero ruido.

Hace unas semanas hablábamos de "hacer la vista gorda" y nos remontábamos hasta Horatio Nelson para encontrar su equivalencia en inglés (to turn a blind eye).  La expresión que proponemos hoy (to turn a deaf ear) tiene una estructura idéntica, cambiando únicamente el órgano afectado y parece, por ello, una mera derivación de aquella.  Es prácticamente la trasposición literal de la locución española y aparece recogida en el Cambridge Advanced Learner's Dictionary con el valor de "ignorar a alguien cuando se queja o solicita algo" ("to ignore someone when they complain or ask for something").

Ejemplos prácticos:
  • Tenía tanto trabajo que decidí hacer oídos sordos a los rumores y concentrarme en mi tarea. I had so much to do that I decided to turn a deaf ear to all the rumours and concentrate on my work.
  • Miguel había mandado dos informes sobre el tema pero su jefe hizo oídos sordos hasta que fue demasiado tarde. Mike had sent two reports raising the issue but his boss turned a deaf ear until it was too late.
  • Ya sé que necesitamos pedirles que actualicen el presupuesto pero otros años han hecho oídos sordos a esas peticiones.  I know we should ask them to update the budget but in the past they have tended to turn a deaf ear to such requests.