lunes, 4 de febrero de 2013

Hacer oídos sordos +

Son muchas las causas que contribuyen a los problemas de comunicación que abundan en la oficina moderna. Puede decirse sin exageración que los mismos están en la base de la mayor parte de las ineficiencias que encontramos en nuestras empresas, notablemente en los casos de desorganización y descoordinación que caracterizan muchas actuaciones.

Cuando analizamos la naturaleza de estas deficiencias comunicativas, es difícil determinar si lo más grave es que la gente no hable o que la gente no escuche. No cabe duda de que el silencio, causado por la doblez, la ignorancia o el miedo (generalmente a "cagarla"), está detrás de muchas situaciones desagradables y manifiestamente evitables. No es menos cierto que, en muchas ocasiones, ese silencio trae su origen en la poca atención que han recibido los mensajes anteriores o, aún peor, a la recepción negativa que los mismos han tenido.

Efectivamente, con enorme frecuencia se hacen oídos sordos a lo que no se quiere escuchar. Si bien esta actitud puede resultar aconsejable frente a, por ejemplo, críticas infundada o comentarios malintencionados nacidos de la envidia o la inquina, se corre el riesgo de que esa sordera pueda impedirnos escuchar mensajes importantes. Se trata, como recomienda siempre la madre del autor, de desarrollar una sordera bien administrada que es capaz de diferenciar lo valioso (que no equivale a lo positivo) del mero ruido.

Hace unas semanas hablábamos de "hacer la vista gorda" y nos remontábamos hasta Horatio Nelson para encontrar su equivalencia en inglés (to turn a blind eye).  La expresión que proponemos hoy (to turn a deaf ear) tiene una estructura idéntica, cambiando únicamente el órgano afectado y parece, por ello, una mera derivación de aquella.  Es prácticamente la trasposición literal de la locución española y aparece recogida en el Cambridge Advanced Learner's Dictionary con el valor de "ignorar a alguien cuando se queja o solicita algo" ("to ignore someone when they complain or ask for something").

Ejemplos prácticos:
  • Tenía tanto trabajo que decidí hacer oídos sordos a los rumores y concentrarme en mi tarea. I had so much to do that I decided to turn a deaf ear to all the rumours and concentrate on my work.
  • Miguel había mandado dos informes sobre el tema pero su jefe hizo oídos sordos hasta que fue demasiado tarde. Mike had sent two reports raising the issue but his boss turned a deaf ear until it was too late.
  • Ya sé que necesitamos pedirles que actualicen el presupuesto pero otros años han hecho oídos sordos a esas peticiones.  I know we should ask them to update the budget but in the past they have tended to turn a deaf ear to such requests.

3 comentarios:

  1. One can also say 'fall on deaf ears' to mean the same. This is more commonly used on the west side of the puddle.

    ResponderEliminar
  2. Efectivamente, en la oficina moderna se escucha mucho últimamente aquello de que...

    "no hay peor ciego que el que no quiere ver, ni mayor sordo que el que no quiere oir".

    ResponderEliminar
  3. Y los sordos ¿Qué hacen? :)

    Una gran cita, Asturiano. Me recuerda una canción “Everything is beautiful” del año 1970 del Americano Ray Stevens. Cantó “There is none so blind as he who will not see”. Avanza a 1.02 para ver la letra.

    http://www.youtube.com/watch?v=tL-0Cc4beqw

    ResponderEliminar