lunes, 15 de noviembre de 2010

Cabrear

Resulta sorprendente que hayamos rebasado ya la centésima entrada en este blog sin haber tratado aún la palabra cabrear. Es difícil pensar en verbo más prevalente en la oficina moderna: si no llegamos cabreados por el atasco matinal, alguien nos estará cabreando con su actitud toda la mañana y acabaremos el día con un cabreo mayúsculo.

El Diccionario de la Real Academia define, en su segunda acepción, cabrear como "enfadar, amostazar, poner a alguien malhumorado o receloso", echando mano del singular vocablo "amostazar" (que a su vez define como "irritar o enojar"). La primera acepción del vocablo ("meter ganado cabrío en un terreno") nos recuerda el origen caprino del concepto y nos sitúa en el camino que nos interesa hoy.

Efectivamente, no es casual que nos remitamos a la cabra para referirnos a enojar o irritar a alguien o al hecho de estarlo. El carácter hosco y agresivo de estos animales invita a invocar su imagen para referirnos a estas situaciones. Otras características de esta especie, como su prominente cornamenta, suscitan un rico campo de asociaciones adicionales que hacen sin duda de la cabra el animal más mentado en la oficina moderna.

No sorprende por ello que en inglés también aparezca la cabra en una de las expresiones más tradicionales y efectivas para expresar esta idea: to get someone's goat (que podríamos traducir libremente como sacarle a alguien su cabra). Otro día abordaremos la pluralidad de expresiones inglesas, sin cabras de por medio, que podemos también utilizar en este contexto.

Ejemplos prácticos:
  • La reunión iba muy bien pero Clara consiguió cabrear a Antonio con sus comentarios y éste montó el lío. The meeting was running smoothly but Clara managed to get Antonio's goat with her comments and he made quite a fuss.
  • Lo que realmente me cabrea es la gente que manda correos los fines de semana sólo para lucirse. It really gets my goat when people send e-mails on weekends just to show off.

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