viernes, 13 de noviembre de 2015

Mosca cojonera

La presencia de la mosca en el moderno vocabulario profesional es ciertamente abundante.  Entre las referencias zoológicas de nuestro discurso, sólo puede compararse quizá con la cabra, onmipresente a través del concepto "cabrear" que ya hemos tratado en otra ocasión.

Además de la clásica "estar con la mosca detrás de la oreja", tenemos las sencillas y utilísimas "estar mosca" y "mosquearse" y la muy idiomática "por si las moscas", que siempre ha resultado concepto particularmente fértil para los aficionados al fromlostiano.

En la oficina moderna existe además una especie de mosca particularmente molesta pero, por desgracia, muy extendida.  Se trata de la "mosca cojonera", expresión de contundente sonoridad y preciso significado, por más que el Diccionario de la Real Academia Española guarde pudoroso silencio sobre la misma.  El Diccionario de Uso del Español de María Moliner, sin embargo, sí contiene la expresión y le asigna el valor de "persona que incordia o molesta".

Se atribuyen así a determinadas personas atributos propios de la mosca, molesta tanto en su variedad doméstica como en la que encontramos en el campo, especialmente en zonas donde existe ganado.  No está acreditado que las moscas presenten fijación genital alguna, probablemente porque a Freud no se le ocurrió la hipótesis.  Cabe, por ello, aventurar que el uso del adjetivo "cojonera" es un ejemplo más de nuestra tendencia a aderezar con palabras malsonantes nuestro discurso para dotarle de mayor sonoridad o énfasis.  Especialmente en casos de expresiones denigratorias como el que nos ocupa.

Nos encontramos, por otro lado, en territorios muy cercanos a los del "tocapelotas", género al que ya dedicamos una entrada hace algún tiempo.  Puede apuntarse, sin embargo, que en la "mosca cojonera" la característica que destaca es la persistencia más que la intensidad del incordio, mientras que en el caso del "tocapelotas" es este segundo aspecto el que generalmente destaca.  La molestia que genera la mosca cojonera es llevadera y, por ello, nos referimos a ella casi con desdén.

En muchas ocasiones podremos trasladar al inglés esta idea con la construcción a pain in the neck o su versión más contundente a pain in the ass/arse, a las que nos referimos al tratar en su momento el tema del "tocapelotas".  Si, por el contexto o lo nimio de la molestia, queremos rebajar el tono de la expresión podemos recurrir también a la más suave a pebble in the shoe (algo así como "una china en el zapato").

Ejemplos prácticos:
  • Realmente no se merecía el ascenso pero fue tal mosca cojonera que al final se lo concedí.  He really didn't deserve the promotion but he was such a pebble in my shoe that in the end I gave it to him.
  • El comité de presupuestos es insufrible desde que se incorporó Antonio que es una auténtica mosca cojonera.  The budgeting committee is unbearable since Anthony joined it; he is such a pain in the neck.

1 comentario:

  1. Como estudiante de medicina, en una clase nos explicó nuestro profesor que antiguamente en los pueblos - donde, dependiendo de quién, podía lavarse más o menos a menudo - era frecuente ver alguna mosca buscando persistentemente posarse en la región púbica de varones diabéticos, por el dulzor de la orina. No sé si el origen pudiera tener algo que ver con esto...

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