viernes, 16 de diciembre de 2011

Meterse en un jardín +

¿ Quién no se ha metido alguna vez en un jardín en su trabajo ? Aunque esta desagradable situación es, desde luego, muy frecuente en la oficina moderna presenta características más específicas que las que comporta simplemente cagarla.  Nos proponemos esclarecerlas en lo que sigue antes de ensayar su traslado a la lengua inglesa.

En el Diccionario de la Real Academia Española encontramos las siguiente definición para la locución verbal "meterse alguien en un jardín": "enredarse innecesariamente en un discurso o parlamento teatral o en una situación complicada".   Como puede observarse, el elemento principal que caracteriza estas excursiones botánicas es su carácter innecesario, pudiendo emplearse tanto para los excesos verbales como para los casos en los que sencillamente nos complicamos la vida.

El concepto nos traslada a uno de esos jardines laberínticos en los que nos aventuramos a la ligera pero de los que puede resultar casi imposible salir.  Los aficionados a las películas de Harry Potter recordarán uno particularmente angustioso.  Esa imagen se incorporó a nuestra lengua a finales del siglo XIX, a través del mundo teatral en el que, al parecer, se empleaba para describir las dificultades del actor que olvidaba sus líneas y se veía obligado a improvisarlas, alejándose cada vez más del sentido original de su intervención.

Muy parecido resulta el sentido de la similar expresión "meterse en un berenjenal", aunque la misma hace más énfasis en el lío o embrollo en el que nos adentramos y menos en el carácter innecesario de las complicaciones.

Existe también en inglés una expresión que utiliza una imagen completamente distinta para expresar un concepto similar aunque no idéntico: to open a can of worms (literalmente abrir una lata de lombrices o gusanos, en referencia seguramente a las utilizadas como cebo vivo para pescar). La lata es también fácil de abrir pero imposible de cerrar, dado la naturaleza escurridiza de sus inquilinos.

El Cambridge Advanced Learner's Dictionary define la expresión como "a situation which causes a lot of problems for you when you start to deal with it" (una situación que causa muchos problemas al abordarse).  Aquí no concurre el carácter innecesario sino que el énfasis está más bien en la complicación inesperada e incontrolable (abrimos la lata para sacar una lombriz pero luego se nos escapan todas).

Ejemplos prácticos:
  • La candidata empezó a dar detalles innecesarios de algunos de sus clientes y se metió en un jardín. The candidate started to provide unnecessary details about some of her clients and opened a can of worms.
  • Con la decisión de renegociar el contrato nos metimos en un jardín y tardamos tres meses en avanzar. The decission to renegotiate the contract opened a can of worms and it took us three months to move forward.

2 comentarios:

  1. A veces tengo la sospecha de que el señor Vallejo deja de traer a colación algún dicho relacionado con la entrada en cuestión para que nos animemos a recordarlo en uno de nuestros comentarios. Asunto, por otra parte, para el que algunos no necesitamos que se nos anime demasiado pues lo hacemos encantados.

    Al igual que las anteriores, la expresión "meterse en camisa de once varas" hace referencia también a cualquier acción que nos puede complicar la vida de forma innecesaria. Este dicho parece tener su curioso origen en las ceremonias de adopción de niños en la Edad Media.

    En cualquier caso, y en referencia a la entrada de hoy, los hippies de los 60 ya nos hicieron una recomendación para cuando torpemente nos metemos en un jardín: "No pises la hierba,…fúmatela".

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  2. Investigaré lo de la "camisa de once varas", expresión hoy algo anticuada, por lo menos por estos pagos, aunque de sentido muy preciso y útil en este contexto.

    Más común es "meterse en un charco", aunque tengo para mí que no es exactamente equivalente a la expresión que se trata aquí (lo cierto es que no aparece en ninguna de las fuentes que habitualmente uso).

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