miércoles, 4 de noviembre de 2015

Colgarse medallas


Pocas actitudes enervan más a las personas de bien que trabajan en la oficina moderna que la inmoderada tendencia de algunos de sus compañeros a "colgarse la medalla" de algún logro o éxito sin haber participado en su consecución o, al menos, sin haberlo hecho en la medida exigible a su responsabilidad o capacidad.

El Diccionario de Uso del Español de María Moliner recoge nuestra expresión de hoy, tanto con el verbo "colgarse" como con "ponerse", y muy precisamente la define como "atribuirse los méritos ajenos cuando algo sale bien".  Aunque hoy en día solemos asociar las medallas con los logros deportivos, lo cierto es que el término designa genéricamente cualquier "distinción honorífica o premio que suele concederse en exposiciones, certámenes, competiciones deportivas", por utilizar la definición que nos ofrece el Diccionario de la Real Academia Española.  De hecho, la expresión parece remitirnos más bien a las condecoraciones militares, concedidas por el valor demostrado en el campo de batalla.

Se atribuye a John F. Kennedy la atinada observación de que el éxito tiene muchos padres pero el fracaso es huérfano.  Ciertamente, cuando en la oficina moderna se alcanza algún logro o éxito, no escasean los ventajistas que quieren sumar su nombre a la lista de artífices del mismo, generalmente sin haber contribuido en absoluto a su consecución.  No es infrecuente que los mismos que pretenden beneficiarse del éxito ajeno una vez obtenido hayan asistido antes con desdén a los afanes por alcanzarlo, sin mover un dedo en la dirección necesaria.

En inglés, podemos referirnos a este abominable comportamiento con la explícita expresión to take credit for someone else's work.  Además de sus usos técnicos en los ámbitos contables y académicos, el principal significado de la palabra credit es equivalente al que asignamos en castellano a la palabra "mérito".  Hablamos por tanto de "atribuirse el merito por el trabajo ajeno", precisamente lo que expresamos cuando hablamos de "colgarse la medalla".

Resulta, sin embargo, preferible el uso de la más sencilla to take credit for que ya incorpora un cierto escepticismo sobre los méritos verdaderamente contraídos, especialmente cuando el contexto incorpora las connotaciones que buscamos.  Así puede constatarse en la definición que para esta locución verbal nos ofrece el McGraw-Hill Dictionary of American Idioms and Phrasal Verbs: "to allow people to believe that one has done something praiseworthy, whether or not one has actually done it"  ("dejar que los demás piensen que hemos hecho algo meritorio, lo hayamos hecho realmente o no").

Ejemplos prácticos:
  • El becario había hecho todo el trabajo pero ella se colgó la medalla cuando el jefe dijo que era exactamente lo que necesitaba para la reunión.  The intern did all the work but she took credit for it when the boss said it was precisely what he needed for the meeting.
  • Se negaron a convocar elecciones anticipadas para colgarse la medalla de la esperada recuperación global en la segunda mitad del año.  Al final les salió el tiro por la culata y la oposición ganó por goleada.  They refused to call a snap election so that they could take credit for the expected global recovery in the second half of the year.  In the end they were hoist by their own petard and the opposition won in a landslide.

1 comentario:

  1. En las olimpiadas no destacaremos pero en la oficina moderna andamos sobraos de medallistas y campeones autoproclamados.
    Tengo la impresión, sin embargo, de que los más proclives a colgarse medallas suelen ser los más hábiles también a la hora de “escurrir el bulto” cuando tienen que enfrentarse ellos solitos a sus responsabilidades.
    Como bien apunta el autor, todos se suben al carro del éxito, sin embargo como decimos en Asturias “la culpa quedó soltera”.
    En fin, … que unos le echan la culpa al boogie, otros al cha cha cha. Es realmente difícil escuchar en la oficina moderna aquello de “échame a mi la culpa de lo que pase”, salvo que como música de fondo tengan puesto los grandes éxitos de Albert Hammond.
    Algún presunto experto en liderazgo se atreve a decir que “Real Leaders Take the Blame and Give the Credit”.
    ¿De verdad existen líderes así?.

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