lunes, 2 de abril de 2012

Cuchitril

Las vicisitudes que depara la vida en la oficina moderna son frecuentemente inescrutables como los caminos del Señor, aunque quizá no tanto.  El autor, por ejemplo, ha visto en los últimos tiempos ampliado el ámbito de sus responsabilidades laborales hasta situarlo en territorios que sólo pueden calificarse de hercúleos.  Sin embargo, tan notable cambio ha llevado aparejado su traslado a un espacio de trabajo exiguo y sin ventanas.

Se asemeja el mismo a una dependencia, conocida como "el calabozo", que existía en otra empresa donde desarrolló su labor anteriormente y que servía para confinar a aquellos empleados a los que se les había dado un "período de gracia" para encontrar otra ocupación.  Hablamos, claro está, de tiempos anteriores a que el temor a ser denunciados por "mobbing" mitigara los instintos más básicos de muchos jefes.

En todo caso, solemos emplear el término "cuchitril" para referirnos a esas estancias lúgubres e inadecuadas para el desempeño profesional que con cierta frecuencia encontramos en nuestras oficinas.  El Diccionario de la Real Academia Española recoge el vocablo (y también el relacionado y más infrecuente "cochitril") y lo define como "habitación estrecha y desaseada".

Este desaseo, que también encontramos en la definición del María Moliner, nos sitúa sobre la pista del origen del término.  El Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana de Joan Coromines, luego de hacer notar que el origen de la voz es incierto, relaciona la misma con los corrales (cohortile en latín vulgar) y las pocilgas (llamadas hoy cochiqueras pero antiguamente "cochineras" e incluso "cocheras").

No es frecuente, sin embargo, que nos encontremos con problemas de higiene en las dependencias de nuestras oficinas, con la excepción, claro está, de los cuartos de baño.  En estos, todas las normas de la urbanidad y aún el decoro son despreciadas por individuos anónimos de apariencia refinada que convierten el lugar en un auténtico museo del horror.  Rendimos, por ello, desde aquí un sentido homenaje a las llamadas "señoras de la limpieza", que deben cada día enfrentarse a las consecuencias de la mala educación endémica en nuestro país.

Gracias a ellas, en todo caso, nuestras oficinas suelen estar razonablemente limpias por lo que el empleo del término "cuchitril" en el ámbito laboral está más bien relacionado con lo exiguo de una determinada estancia.  Sugerimos por ello centrarnos en este sentido a la hora de buscar una alternativa para trasladar la idea al inglés.

Esta lengua nos ofrece una singular expresión, no room to swing a cat, cuyo valor literal está próximo a "no hay sitio para mecer al gato".  El Cambridge Advanced Learner's Dictionary apunta lo siguiente sobre esta construcción:  "said about a place or space that is very small" ("se dice de un lugar o espacio que es muy pequeño").

El "gato" al que hace referencia la frase es probablemente el "gato de nueve colas" ("cat o' nine tails"), un latigo con el que se administraban los castigos corporales en la marina británica.  Linda y Roger Flavell, en su Dictionary of Idioms and Their Origins, no descartan otros orígenes aún más siniestros, vinculados con diversas formas de maltrato a auténticos gatos.

Podemos también emplear esta singular expresión para trasladar al inglés nuestra locución "no caber un alfiler" ("estar repleto de gente", según el DRAE), aunque en este caso no hacemos propiamente referencia a lo pequeño del espacio sino a lo concentración de personas en el mismo.  Hoy tendemos a emplear más frecuente la construcción informal "estaba petado" con este sentido.

Ejemplos prácticos:
  • Prefiero mil veces vivir en las afueras en un buen piso que en un apartamento céntrico que sea un cuchitril.  I'd much rather live in a nice flat in the suburbs than in an apartment downtown where you can't swing a cat.
  • Mi nuevo despacho es un auténtico cuchitril.  In my new office, there's not even room to swing a cat.
  • Llegamos un poco tarde al concierto y cuando entramos ya estaba petado.  We got to the concert a tad late and when we went in there was no room to swing a cat.

7 comentarios:

  1. Ciertamente el aprovechamiento del espacio parece ser una obsesión en algunas oficinas modernas.
    Yo también he visto cabinas telefónicas con más amplitud que algunos cuchitriles laborales.

    Recuerdo en particular el minidespacho que le asignaron a un compañero en nuestra anterior oficina. Dadas sus reducidas dimensiones y lo concurrido que habitualmente estaba, alguien lo bautizó con mucho acierto “el camarote de los hermanos Marx”.

    Los sindicatos, ante tan manifiesta vulneración de las condiciones mínimas para el adecuado desempeño de la actividad laboral, nos prometieron que tomarían las oportunas medidas y, fieles a su palabra, así lo hicieron (182 cm x 135 cm).

    Sin temor a equivocarme considero que ese cuchitril se podría haber encasillado dentro de lo que los angloparlantes denominan “confined spaces”.

    It was imposible to swing a mouse, let alone a cat.

    Pero lo que me llama poderosamente la atención en esta entrada es que a nuestro admirado señor Vallejo le tengan trabajando en un cuchitril sin “Windows”. Pero ¿Cómo puede ser posible?, si las tenemos con Vista, sin Vista, y los mas modernos por falta de una, tienen hasta siete.

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    1. ¿ 182 x 135 ? ¿ Era de pino o de roble ?

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    2. jajaja. Muy observador señor Vallejo.

      La verdad es que las dimensiones del cuchitril se asemejaban mas a las de un colchón matrimonial.

      Los ataudes o "pijamas de madera", como un conocido mío acostumbra a llamarlos, suelen ser mas estrechos. Casi tanto como la mente del que decidió hacer la distribución del espacio en aquella oficina, un auténtico mentecato etimológicamente hablando.

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  2. Many thanks to Sr. Vallejo for dedicating an entry to the "swinging a cat" idiom. It's quite surprising that the expression is still in common use. I'm sure if the "animal rights brigade" had their way, it would be banned for "incitement to violence against cats"!

    In the UK, when referring to something small, particularly rooms and property, the adjective often used is "poky".

    There is also the old expression "a pig in a poke" which means "something that is bought or accepted without first being seen or assessed". Perhaps it's similar to "dar gato por liebre"?

    I recall discussing the "camarote de los hermanos Marx" some years ago with my great friend Sr. Asturiano. I've attached the link in the hope that others may enjoy it too.

    http://www.youtube.com/watch?v=RocGJA3Mi1M

    Best regards

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    1. Here we don't say to "swing a cat" (and as noted before, as a dog lover it sounds like a fun thing to do). We'd use a couple of other phrases to say this like:

      "breathing room/room to breathe" as in "This place is so small there's no breathing room" or "....there's no room to breathe."

      or

      "cooped up" - "We are all cooped up in this tiny room and we can't wait to get out"

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    2. La verdad Singles que "a pig in a poke" y "dar gato por liebre" tienen bajo mi punto de vista, muchas similitudes.

      Por cierto, buena memoria la tuya en cuanto a la ya lejana conversación sobre el camarote de los hermanos Marx a raiz de mi peripecia en un hotel de Praga donde el mostrador de recepción y el de la cafetería estaban unidos y compartían un exiguo espacio a todas luces insuficiente para recibir a dos autocares repletos de turistas que coincidieron al mismo tiempo.

      Una experiencia para no repetir.

      Pero me estuvo bien empleado pues como diría nuestro admirado Groucho: "nunca debí alojarme en un hotel que admitiese gente como yo" -:)))))

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    3. Pete, totalmente de acuerdo con tus expresiones. Los cuchitriles no están hechos para la gente con claustrofobia.

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