lunes, 17 de enero de 2011

Atar los perros con longaniza


Atendemos hoy una consulta que nos hizo hace unas semanas un buen amigo de origen galotoledano. A pesar de tan singular procedencia, comparte con el autor la anglofilia, bien que en su caso este entusiasmo se inscribe en una personalidad proteica que también se deleita en cosas tan repugnantes como la obra de Joaquín Sabina y otras incluso menos ejemplares.

Nuestra expresión de hoy es muy sonora y sugerente pero no siempre se utiliza con precisión, sin duda por desconocimiento de su origen y significado.

Todas las fuentes consultadas sitúan el origen de la expresión en una divertida anécdota ocurrida a finales del siglo XVIII en la localidad salmantina de Candelario, famosa por sus embutidos y entre cuyos hijos se encuentra una de las personas de peor catadura moral que ha conocido el autor.

En la fábrica de embutidos de Constantino Rico, acaudalado industrial del sector, a una de las trabajadoras se le ocurrió atar a la pata de su banco de trabajo a un perro de la casa con una ristra de longanizas, al no encontrar a mano nada más adecuado. Un chiquillo que entró entonces a dar un recado a su madre, vio al perro, y contó luego a sus amigos que en casa del tío Constantino ataban los perros con longaniza.

De esa manera, quedo unida esta construcción a la idea de una riqueza exagerada y artificial, cuando no abiertamente falsa y más cercana al espejismo. Es en este sentido en el que habitualmente utilizamos esta pintoresca expresión.

La misma idea puede expresarse en inglés con la imagen de adoquinar las calles con oro, to pave the streets with gold. La definición que ofrece el Cambridge Advanced Learners' Dictionary denota la proximidad del concepto: "dícese de los sitios donde es fácil hacerse rico, o la gente imagina que lo es" ("said about a place where it is easy to get rich, or where people imagine that it is").

Ejemplos prácticos:
  • Nico no es el primer analista que ha cometido el error de irse a Londres creyendo que allí atan los perros con longaniza. Nick is not the first analyst who has made the error of moving to London in the belief that the streets there are paved with gold.
  • Se cambió de trabajo pensando que en su nueva empresa ataban los perros con longaniza pero a los seis meses estaba muy decepcionado. He changed jobs thinking that the streets were paved with gold in his new company but six months later he was really disappointed.

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