viernes, 27 de julio de 2012

Bailar con la más fea


Duras jornadas estivales las vividas recientemente por el autor, lidiando con un huésped insufrible, nuestra parienta más molesta (mucho más, desde luego, que "la parienta" por antonomasia, la missus que dirían algunos ingleses).  Efectivamente, la prima de riesgo se ha hecho tan omnipresente en nuestras vidas que no nos deja casi ni cuando intentamos dormir.  En nuestro sueño, sólo añoramos nuestra vida anterior, aquellos días felices en los que pensábamos que el diferencial era algo que se estropeaba de vez en cuando en el coche.  En esa zozobra, resuena en mis oídos la pavorosa pregunta que se formulaba hace unos días un buen amigo: "¿ y si resulta que sí que nos quitan lo bailao ?".

Esa situación, unida a los sofocos que siempre caracterizan el mes de julio, explica un silencio excesivamente prolongado que nos disponemos a romper, aprovechando el leve respiro que hoy nos ofrecen los mercados.  Y lo haremos tratando una expresión que describe lo que parece que nos toca ahora a muchos españoles: bailar con la más fea.

En su obra "¡ Se Dice Pronto !", Mª Leonisa Casado Conde indica que esta locución verbal se emplea "cuando a uno le toca la peor parte en un reparto o en una distribución de tareas".  La expresión tiene una resonancia suavemente machista y tiene su origen en los cortejos clásicos en los que concurrían las cuadrillas de chicos y chicas y el baile jugaba un papel determinante.  En este sentido, el autor recuerda un episodio vivido hace bastantes años en un baile popular en el gimnasio de la bella localidad irlandesa de Clonakilty, donde lo difícil resultaba determinar cual de las posibles contrapartidas para bailar era realmente la más fea. 

Subyace en el uso común de la expresión una cierta queja, más resignada que otra cosa, por el hecho de que nos corresponda precisamente la peor parte.  No es necesariamente que nos parezca injusto sino que, más bien, lamentamos la mala suerte de que nos haya tocado a nosotros abordar una tarea singularmente molesta o exigente.

Por ello, consideramos que la mejor alternativa para expresar esta idea en inglés es emplear la construcción to draw the short straw (literalmente, "sacar la pajita más corta"), que también podemos encontrar con los verbos to get y to pull.  Esta locución, a la que ya nos referimos en la entrada que dedicamos al seminal concepto de "comerse un marrón", es definida en el Cambridge Advanced Learner's Dictionary como "to have to do the least enjoyable of a range of duties, often because you have been chosen to do it" ("tener que hacer la parte menos agradable de un conjunto de tareas, generalmente porque has sido elegido para hacerlo").

Ejemplos prácticos:
  • Me tocó bailar con la más fea y no pude beber porque tenía que llevar a todo el mundo a casa después de la fiesta.  I pulled the short straw and could not drink as I had the job of driving everyone home after the party.
  • Dijeron que no tenían suficiente dinero para mantener su programa de inversiones y retribuir a los accionistas así que alguien tenía que bailar con la más fea y nos tocó a nosotros.  They said they did not have enough money to sustain their investment programme and pay shareholders, so somebody had to draw the short straw and it was us.

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