Bien es cierto que, en estos tiempos que vivimos, la exhibición de los michelines ya no es terreno privativo de la playa sino que los mismos afloran por doquier en cuanto la climatología lo permite.
Se ha dado carta de naturaleza, al menos en España, a que cuando la temperatura excede mínimamente de veinte grados los ciudadanos de cualquier edad y condición abandonen sus domicilios en pantalones cortos y chanclas como si bajaran a la playa. De hecho, en muchos casos el aspecto evoca más bien al de los naúfragos tan frecuentes en la literatura y la pintura decimonónicas.
En el caso de las ciudadanas la situación es aún más preocupante pues la extensión de las carnes exhibidas es sólo función del sentido del pudor de cada quien (generalmente bien reducido) y no, como cabría esperar, de las concentraciones adiposas en las zonas en cuestión. Si incorporamos a la ecuación los tatuajes y piercings que se han generalizado en nuestra sociedad, se comprenderá que el autor, a instancias de su psicoanalista, decida no desarrollar más la cuestión.
No renunciamos, sin embargo, a explorar el significado de la expresión "michelín" que, como se sabrá, tiene su origen en Bibendum, el simpático muñeco que representa desde hace décadas a la firma francesa de neumáticos. Creado en 1898 por el cartelista O'Galop (alias de Marius Rossillon), su silueta llena de pliegues lo ha asociado en el imaginario colectivo español con los flotadores de grasa que, quien más quien menos, luce en su anatomía.
El Diccionario de la Real Academia Española recoge el termino "michelín" y lo define como "pliegue de gordura que se forma en alguna parte del cuerpo". Es llamativo por infrecuente este uso del término "gordura" que el DRAE incluye en otro lugar con los valores de "tejido adiposo que normalmente existe en proporciones muy variables entre los órganos y se deposita alrededor de vísceras importantes" y "abundancia de carnes y grasas en las personas y animales". El Diccionario de Uso del Español de María Moliner, por su parte, opta por una definición más sencilla y precisa: "pliegue de grasa en alguna parte del cuerpo, particularmente en la cintura".
La asociación de ideas parece ser específica del castellano y desde luego no puede trasladarse al inglés. En esta lengua, el concepto puede expresarse con parecido sentido jocoso con la construcción love handles (algo así como "asas del amor"). Aunque evidentemente la frase tiene una cierta connotación lúbrica que no conviene olvidar, puede utilizarse en la mayoría de los contextos en que utilizaríamos "michelines".
Ejemplos prácticos. English examples.
- Estos ejercicios te ayudarán a quitarte los michelines. These exercises will help you get rid of your love handles.
- La liposucción puede ser muy útil para reducir el tamaño de los michelines. Liposuction can be very helpful in reducing the size of the love handles.
- Es un salido; hasta le ponen los asquerosos michelines de la recepcionista. He is a horny sod; even the receptionist's disgusting love handles turn him on.
Sr Arturo, you are so polite! Great entry!
ResponderEliminarIn the UK we don't use a direct equivalent such as "The Michelins" but we do refer to the same character.
Anyone with "rolls of fat" around their midriff may be referred to as a "Michelin Man", whether male or female. This can be a humorous comment, self-deprecating, or used in an offensive way.
The Michelin Man gave rise to the use of the term "rubber tyre"(or several "rubber tyres" as per those found on vehicles) when referring to the "pliegue de gordura".
"Love handles" are more specific in that they usually refer to the bulges at either side of the hips or waist (the parts grabbed by the partner's hands during love-making).
¡Menuda tema! Ya basta, se me van a salir las tripas. :)))