Hoy abordamos otro personaje bien frecuente en nuestra sociedad, especialmente en estos tiempos en que tanto se echan en falta la discreción y sus primas hermanas la reserva, la prudencia y la circunspección.
El Diccionario de la Real Academia Española define al bocaza o bocazas, pues recoge ambas formas, en los siguientes términos: "persona que habla más de lo que aconseja la discreción".
Como se observa, es la indiscreción (el hablar de lo que no se debe) lo que determina la conducta del bocazas y la distingue de la de quien simplemente habla demasiado (el charlatán) o de lo que no sabe (el indocumentado en sus diferentes guisas).
El inglés nos ofrece una construcción (big mouth) que utiliza la misma imagen de la boca grande para expresar esta idea. Esta nada imaginativa asociación del tamaño de la boca con la indiscreción se extiende a otras lenguas (grande-gueule en francés, por ejemplo).
Para los que comparten generación y gustos musicales con el autor es inevitable que esta expresión esté para siempre asociada a Bigmouth strikes again ("El bocazas ataca de nuevo"), una de las canciones más exitosas de los imperecederos Smiths. Publicada originalmente en 1986 como primer sencillo del tercer y mejor album de los de Manchester, The Queen is Dead, cerró después el album en directo Rank. Más tarde ha formado también parte del repertorio en directo de Morrissey en una carrera en solitario que, si bien ha mantenido un nivel notable en lo puramente musical, se ha tornado progresivamente más bochornosa conforme su aspecto físico va convergiendo con el del último Elvis.
Ejemplos prácticos:
- Tu vecina debe de ser bastante bocazas porque vuestra historia ya es de dominio público. Your neighbour must have rather a big mouth, because your affaire is public knowledge now.
- ¡ Que bocazas eres ! What a big mouth you've got.
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