martes, 5 de octubre de 2010

Olerse la tostada

El autor confiesa que siempre ha sentido una cierta perplejidad por las connotaciones negativas que adopta la tostada en la expresión que hoy nos ocupa. Especialmente dado que sus raices familiares se sitúan en regiones donde, además de al trozo de pan del desayuno, se designa con esta palabra a esa exquisitez gastronómica que en otras latitudes españolas se denomina torrija.

El caso es que el Diccionario de la Real Academia Española define "olerse la tostada" como "adivinar o descubrir algo oculto como una artimaña, una trampa, etc.", incorporando claramente una característica negativa a lo que se descubre o adivina. Aunque el DRAE no apunta un origen definido para esta expresión, la misma podría proceder del hecho de que en jergas gitanas y del mundo del hampa se utilizaba la palabra "tostada" con el valor de timo o engaño.

El inglés también recurre al sentido del olfato para expresar esta idea aunque de manera más explícita, pues la locución verbal to smell a rat (literalmente, oler la rata) tiene connotaciones muy similares al concepto que nos ocupa.

Ejemplos prácticos:
  • Cuando repasó los números, se olió la tostada y pidió más detalles de los excesos de gasto. When she went over the figures, she smelled a rat and asked for more details on the cost overruns.
  • Se olió la tostada cuando fue a buscarla a la biblioteca donde se suponía que estaba estudiando y no la encontró. He smelled a rat when he went to the library where she was supposed to be studying and didn't find her.

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