lunes, 19 de enero de 2015

Coger el toro por los cuernos

Parece apropiado que iniciemos nuestro recorrido por las expresiones de origen taurino con la expresión "coger el toro por los cuernos" pues, como se verá, esta arrojada actitud es imprescindible para abordar cualquier labor, especialmente si la misma incorpora dificultades o sinsabores añadidos.

Conviene notar que, en la moderna tauromaquia española, agarrar los cuernos del astado es suerte desusada, más allá de algún gesto puntual de cara a la galería, situado a mitad de camino entre la temeridad y la chulería, aunque generalmente más bien en terrenos claramente ventajistas.  Por lo demás, es actitud más propia de los grotescos, y hoy casi desaparecidos, espectáculos cómico-taurinos protagonizados por personajes singulares como El Platanito o El Bombero Torero.

Cosa bien distinta ocurre en Portugal, donde pervive la noble tradición de los forcados, autores de espectaculares "pegas" a cuerpo limpio, como la de nuestra ilustración de hoy. La tauromaquia portuguesa es ciertamente pintoresca pero, dada la creciente adulteración de la Fiesta en nuestro país, no conviene desdeñar sus valores éticos y estéticos.

Pero centrémonos en el uso habitual de la expresión en el enrarecido ambiente laboral de nuestras oficinas. Con frecuencia nos encontramos con situaciones complicadas en el ámbito laboral que nadie parece querer confrontar y resolver, limitándose los implicados a "dar largas" o "marear la perdiz". Se requiere entonces de alguien que coja el toro por los cuernos, locución que el Diccionario de la Real Academia Española define como "enfrentarse resueltamente a una dificultad".

Claro que ello requiere de la concatenación de tantos factores (identificar certeramente la dificultad, tener la capacidad de resolverla y hacerlo con decisión, sin importar los riesgos aparejados) que muchos de los lectores quizá no hayan tenido ocasión de presenciar una acción de esta naturaleza a lo largo de su carrera profesional y menos aún protagonizada por alguien que pudiera evitar hacerlo.

Puede parecer extraño, dada la nula tradición taurina del mundo anglosajón, pero es éste uno de los pocos casos en que podemos traducir nuestra expresión de manera casi literal al inglés y decir to take the bulls by the horns (o alternativamente to grab the bulls by the horns).  El Cambridge Advanced Learner's Dictionary define esta locución como "to do something difficult in a brave and determined way" ("hacer algo difícil con valor y determinación").

Ejemplo práctico:
  • Estaba claro que se tenía que tomar una decisión pero nadie quería coger el toro por los cuernos. It was clear that a decision had to be taken but no-one wanted to take the bull by the horns.
  • Cogió el toro por los cuernos a finales del año pasado, recortando los costes de personal sustituyendo empleados a tiempo completo por otros a tiempo parcial y becarios.  He took the bull by the horns at the end of last year slashing the company's wage bill by switching from full-time employees to part-timers and interns.
  • ¿ Por qué no coges el toro por los cuernos y le mandas a tomar por culo ?  Why don't you grab the bull by the horns and tell him to fuck off ?

2 comentarios:

  1. My favorite variation of this expression is, "take the bull by the tail and face the situation."

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  2. Se dice que “toda realidad que se ignora prepara su venganza” y los acontecimientos que últimamente nos toca vivir son buena prueba de ello. Cuando ya no queda margen para esquivar la cruda realidad económica, es hora de “coger el toro por los cuernos”.

    La avaricia de unos y la quiescencia de otros ha puesto a los de siempre “a los pies de los caballos” pero a nadie le hemos escuchado entonar un mea culpa y decir con aplomo “a lo hecho pecho” y creo que podemos esperar sentados.

    Saludos cordiales

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