lunes, 4 de marzo de 2013

Estar en todos los fregados

El verbo fregar tiene en España un único valor sencillo y práctico.  Hablamos de "limpiar algo restregándolo con un estropajo, un cepillo, etc., empapado en agua y jabón u otro líquido adecuado", según la prolija definición que ofrece el Diccionario de la Real Academia Española).

En América, sin embargo, se emplea también con el sentido menos amable de "fastidiar, molestar o jorobar a alguien" o incluso "causar daño o perjuicio a alguien".  En México, el verbo se incorpora a una pluralidad de singulares construcciones propias del habla local, como "ya la fregaste" ("ya la cagaste"), "vete a la fregada" ("vete a la mierda") o "ya ni la friegas" ("ya me estás tocando los huevos").

El participio de este verbo incorpora lógicamente todos esos valores pero también se emplea con otro sentido específico, más habitual en la oficina moderna.  Efectivamente, el DRAE define también "fregado" como "enredo, embrollo, negocio o asunto poco decente" y "lance, discusión o contienda desordenada en que puede haber algún riesgo imprevisto".

Lo cierto es que, a pesar de su carácter desagradable o peligroso, hay personas en nuestras empresas que tienen una notable propensión a "estar en todos los fregados", generalmente por ese afán de protagonismo que suele distinguir a los medradores pero también, en ocasiones, por tratarse simplemente de lo que llamamos "culos inquietos" (busybodies sería quizá el mejor equivalente en inglés).

Para indicar esta propensión también empleamos en nuestra lengua la expresión "meterse en todos los charcos", con idéntico sentido.  Mucho más alambicada, pero ciertamente curiosa, es la construcción que incorpora la acusación a alguien de "querer ser el niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro".  Aquí el foco está claramente en el afán de protagonismo, al que un antiguo compañero del autor, alérgico a estas actuaciones, solía referirse muy precisamente como "búsqueda del lucimiento personal".

En inglés, la expresión más útil en este contexto es, sin duda, to have a finger in every pie (literalmente, "tener un dedo en todas las tartas").  El Cambridge Idioms Dictionary define la expresión como "participar y tener influencia sobre muchas actividades diferentes, generalmente de una manera que otras personas desaprueban" ("to be involved in and have influence over many different activities, often in a way that other people do not approve of").  La expresión se utiliza en inglés desde antiguo y el mismísimo Shakespeare la emplea en Henry VIII ("no man's pie is freed from his ambitious finger").

Ejemplos prácticos:
  • Me sorprendió que viniera al comité de riesgos pero está claro que ahora le gusta estar en todos los fregados.  I was surprised to see him at the risk committee but it seems he likes to have a finger in every pie these days.
  • La Unión Europea se está convirtiendo en un super-estado que se mete en todos los charcos.  The European Union is becoming a super-state which has a finger in every pie.

2 comentarios:

  1. Great! I like the reference to "busybodies". In the UK we used to hear "Nosy parkers" in the same way, although this is rare these days.

    http://www.phrases.org.uk/meanings/nosy-parker.html

    Well done Arturo, I couldn't write your English examples any better!

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  2. Singles, por estas tierras también empezamos a "estar hasta las narices" de tipos que se dedican a "meter las narices" en los asuntos ajenos. De hecho la proliferación de los metomentodo en la oficina moderna, lejos de ser un problema menor, tengo la impresión de que se está convirtiendo en "un problema de narices". :)))

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