lunes, 13 de febrero de 2012

No tener pelos en la lengua

Hace unas semanas, en respuesta a la entrada dedicada a la locución "soltarse la melena", recibimos una sugerencia de uno de nuestros comentaristas más activos y, sin duda, ocurrentes.  Nos proponía tratar una serie de expresiones de uso frecuente en la oficina moderna relacionadas precisamente con el pelo.  Nos disponemos a tratar algunas de ellas en las próximas semanas, desarrollando este campo semántico aparentemente tan rico en nuestro idioma.

El Diccionario de la Real Academia Española define la expresión "no tener alguien pelos en la lengua" como "decir sin reparo ni empacho lo que piensa o siente, o hablar con demasiada libertad y desembarazo".  El Diccionario de Uso del Español de María Moliner, por su parte, incluye la siguiente definición para nuestra locución de hoy: "ser persona de las que dicen lo que se les ocurre, sin reparo; puede implicar descaro o franqueza".

Parece, pues, que existe una categoría de personas que dicen lo que piensan o sienten mientras otras, seguramente la mayoría, no lo hacen.  Resulta innecesario desarrollar en detalle las consecuencias que una u otra actitud suelen acarrear en la oficina moderna pues, sin duda, nuestros lectores ya habrán observado que no es precisamente la franqueza una de las cualidades que adornan las carreras de los profesionales de éxito en nuestras empresas.  Más deprimente aún resulta constatar que no son la discreción o la prudencia las que animan al silencio, sino más bien la cobardía cuando no directamente el miedo.

En inglés, podemos expresar esta idea con la locución verbal not to mince one's words.  El Cambridge Dictionary of Idioms la define con las siguientes palabras: "to say what you mean clearly and directly, even if you upset people by doing this" ("decir lo que piensas clara y directamente, incluso si haciéndolo molestas a otras personas").  El significado principal del verbo to mince es dividir en trozos pequeños, siendo su uso más frecuente el asociado con la carne picada (minced meat).

Podemos emplear igualmente otra interesante locución, también con forma negativa, not to pull one's punches, a la que ya nos referimos hace tiempo en nuestra entrada dedicada a "cortarse" (que, curiosamente, también en castellano utilizamos en ocasiones con la forma "no cortarse un pelo").  El valor literal de la locución inglesa indica que, en el figurado combate verbal, no se deja de dar ningún golpe.  El Cambridge Advanced Learner's Dictionary la define como "to speak in an honest way without trying to be kind" ("hablar de forma honesta sin intentar ser amable").

Finalmente, disponemos de otra expresión inglesa que nos puede resultar útil en este contexto.  Se trata de to make no bones about something, definida por el Cambridge Dictionary of Idioms como "to say clearly what you think or feel although you may embarrass or offend someone" ("decir claramente lo que piensas aunque puedas avergonzar u ofender a alguien").  Es una expresión que puede utilizarse en un sentido más amplio y cuyo origen podéis explorar en la siempre interesante www.phrases.org.uk.

Ejemplos prácticos:
  • Me sorprendió que no dijera nada en la reunión de sistemas porque no suele tener pelos en la lengua.  I was surprised by his silence at the IT meeting because he is not inclined to mince his words.
  • Pedro no se cortó un pelo a la hora de criticar las propuestas que habían hecho nuestros abogados para cerrar el asunto.  Pete didn't pull his punches when criticizing the proposals that our lawyers had tabled in order to settle the matter.
  • No tuvo pelos en la lengua para decirle que sus resultados eran muy malos y que la despediría si no fuera hija del dueño.  He made no bones about telling her that her performance was really poor and that he would sack her if she wasn't the owner's daughter.

2 comentarios:

  1. Creo que los seguidores de este blog nos tenemos que empezar a felicitar por contar con una colección de expresiones que empieza a ser tan amplia como para permitirnos el lujo de abordar la misma idea con varias locuciones diferentes pero muy semejantes en su concepto de base.

    Coincidiréis conmigo, por tanto, en que la entrada de hoy, “No tener pelos en la lengua”, tiene bastante que ver con las personas a las que les gusta llamarle “Al pan pan” (to call a spade a spade) y también con el “despacharse a gusto” (to speak your mind), ambas expresiones ya tratadas en estas mismas páginas.

    No falta tampoco en la oficina moderna quién se dedica en cuanto puede a “dar la lengua”.Lo que le sobran son temas de conversación para perder el tiempo de esta peculiar manera.

    Y ¿qué me dicen de “Las malas lenguas”?, también conocidas como “Las lenguas de doble filo” que al igual que un ejército en la sombra se dedican a socavar la reputación de algún caído en desgracia.

    Muy en la línea de la entrada de hoy está la expresión “Sacar la lengua a pasear”, actividad que ejercita últimamente como nadie ,y sin mediar provocación, un entrenador de fútbol de cuyo nombre no puedo acordarme…. Y mira que “Lo tengo en la punta de la lengua”… ¡Cachis!

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    1. Hola Asturiano. Me ha interesado que te refieras a la entrada de "despacharse a gusto" porque en ella hacía mención a un concepto sobre el que tengo que volver y que tiene relación con lo que comentas. Se trata de "rajar", un verbo de singular actualidad y muy del gusto de los periodistas deportivos, colectivo hoy generalmente ágrafo y amarillista.

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