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lunes, 27 de febrero de 2012

No tener un pelo de tonto

Continuamos hoy con nuestra serie de entradas dedicadas a las diversas expresiones comunes en la oficina moderna que contienen referencias al pelo, iniciada hace unas semanas cuando nos "soltamos la melena".

Nos ocupa hoy la locución "no tener un pelo de tonto" que suele emplearse con frecuencia en nuestras oficinas, incorporando además un cierto componente irónico cuando se referiere a personas en las que los estragos de la alopecia son evidentes.  Se dan entre estas, por cierto, diversos comportamientos compensatorios como dejarse barbas o bigotes, cuando no abominables perillas o aún moscas, lucir impresentables melenillas traseras, con el pelo ensortijado e invariablemente graso, etc..  Resulta sorprendente que estas conductas no hayan atraído todavía la atención que requieren por parte de nuestros psicólogos clínicos.

En todo caso, el Diccionario de la Real Academia Española define nuestra expresión de hoy como "ser alguien listo o avisado", haciendo equivaler en otro lugar el último adjetivo a "prudente, discreto, sagaz".   La expresión se utiliza, por ello, para destacar precisamente la inteligencia de la persona, por más que se enuncie de forma negativa.

Disponemos en inglés de dos sencillas alternativas que puedan resultar útiles en este contexto.  La primera de ellas es emplear la construcción to be no fool que, simplemente, niega que alguien sea tonto, afirmando de forma implícita su inteligencia.  La segunda resulta más idiomática y connota quizá de forma más precisa lo que buscamos.  Se trata de to be nobody's fool, de uso más frecuente en los Estados Unidos.

Ejemplos prácticos:
  • Pronto se dieron cuenta de que no tenía un pelo de tonta, no era la típica tía mona y simpática.  They soon found out that she was no fool, certainly not just a pretty face.
  • Ricardo lleva en esto muchos años y no tiene un pelo de tonto; no se la vas a poder colar fácilmente.  Rick's been in this business a long time and is no fool; you are not going to put one over him easily.
  • Aunque te pueda parecer que es bastante corta, Sara no tiene un pelo de tonta.  Sarah may seem as though she's not very bright, but she's nobody's fool.

viernes, 24 de febrero de 2012

Saber de buena tinta +

En las modernas organizaciones empresariales la información no suele fluir de manera efectiva y, cuando lo hace, es generalmente de forma adulterada. Se declina en la oficina aquel viejo adagio que solía emplear la abuela del autor, "a quien quiera saber, poquito y del revés".

Raras veces podemos por ello decir en el ambiente laboral que sabemos algo de buena tinta ("de fuente fidedigna", como lo define el Diccionario de la Real Academia Española) pues de casi ninguna fuente brota la información de forma cristalina y pura. Con frecuencia, el rumor, el bulo y aún la calumnia transitan por los cauces destinados a las comunicaciones llamadas "oficiales" mientras que la verdad (o lo que pasa por ella) intenta asomar la cabeza en conversaciones atropelladas en la fuente del agua o, peor aún, entre el sórdido abaniqueo de las puertas de los retretes.

En todo caso, si queremos decir en inglés que sabemos algo de buena tinta la expresión más aconsejable es to have something on good authority.  Conviene no olvidar cuando empleamos esta expresión que requiere siempre del uso del objeto tras el verbo, como puede observarse en los ejemplos (no podemos decir "he had on good authority that...").

También puede utilizarse la expresión straight from the horse's mouth, que tiene su origen en los soplos frecuentes en las apuestas hípicas y por tanto aporta un contexto muy británico.  Podemos encontrar también la expresión sin el straight inicial pero éste le aporta un énfasis adicional que recomendamos preservar.  El Cambridge Idioms Dictionary observa que "if you hear something (straight) from the horse's mouth, you hear it from the person who has direct personal knowledge of the matter" ("si sabes algo de buena tinta, lo has oído de una persona que tiene un conocimiento directo y personal sobre el asunto").

Ejemplos prácticos:
  • Sé de buena tinta que le ofrecieron el puesto a Alicia después de que anunciara que se iba. I have it on good authority that they offered the job to Alice only after she announced that she was leaving.
  • Sabía de buena tinta que no querían entrevistar a candidatos españoles excepto si trabajaban en el extranjero. He had it on good authority that they didn't want to interview Spanish candidates unless they were working abroad.
  • ¿ Seguro que Pedro se marcha a la oficina de Nueva York ? Sí, lo sé de buena tinta. Are you sure that Pete is transferring to the New York office ? Yes, I heard it straight from the horse's mouth.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Bailar el agua

El Diccionario de la Real Academia Española define la locución verbal "bailarle alguien el agua a otra persona" como "adelantarse, por cariño o adulación, a hacer lo que supone que ha de serle grato".  Contempla también el DRAE con el mismo sentido la similar construcción "bailarle alguien el agua delante a otra persona", hoy infrecuente pero que encontramos en El Quijote (concretamente en el capítulo IV de la segunda parte).

De forma más prolija, el Diccionario de Uso del Español de María Moliner nos propone la siguiente definición: "tratar de serle grato adulándole, halagándole, lisonjeándole o dándole en todo la razón".  En la definición que propone Mª Leonisa Casado Conde en "¡ Se Dice Pronto !" ("intentar agradar lo más posible a alguien, adularle o complacerle para conseguir algo") se incorpora además la finalidad que impulsa tales conductas.

El origen de la expresión dista de estar claro en las fuentes consultadas.  Es posible que traiga causa de la antigua costumbre de las criadas de esparcir agua por delante de sus amos en las jornadas calurosas para refrescar el ambiente.  Más probable es que se relacione con determinadas tareas públicas del aseo personal, aún frecuentes hoy en día en algunas culturas.

En todo caso, nos encontramos ante conductas que nada específico incorporan respecto a la universal y abominable labor de "hacer la pelota", a la que hemos dedicado una entrada específica hace sólo unas semanas.  Nos remitimos a lo allí contenido, incluídas las muy certeras observaciones que hicieron algunos de nuestros comentaristas.  En todo caso, quizá convenga subrayar hoy una de las las expresiones apuntadas entonces, to soft-soap, dadas sus resonancias higiénicas y su valor ciertamente más remilgado que otras de las que se proponían.

En esta línea, también podemos apuntar una sugerencia adicional que resulta particularmente indicada para trasladar nuestro "bailar el agua".  Se trata de la locución verbal to butter someone up, definida en el Cambridge Advanced Learner's Dictionary como "to be very kind or friendly to someone or try to please them, so that they will do what you want them to do" ("ser muy amable o amistoso con alguien, o intentar agradarle, de manera que haga lo que queremos").  Se incorporan, como se observa, todos los elementos que apúntabamos arriba, incluída la finalidad de la conducta.

Ejemplos prácticos:
  • Le tendrás que bailar el agua a lo bestia para que te apruebe ese presupuesto.  You'll have to butter him up big time before he approves that budget.
  • Tiene un sexto sentido para saber a quien hay que bailar el agua y de quien se puede pasar.  He has a fine sense of who to butter up and who to ignore.

lunes, 20 de febrero de 2012

Dejarse los huevos

La dedicación y el esfuerzo con los que se desarrolla la labor profesional en la oficina moderna no se atienen a lo que estadísticamente denominamos normalidad.  Efectivamente, un número reducido pero no insignificante de personas se emplea con denuedo en alcanzar objetivos absurdos cuando no imposibles, mientras la mayor parte de sus compañeros escapan de sus obligaciones con variados esquemas.

En una nueva demostración de la omnipresencia de lo que Forges llamaba "tegumentos procreativos" en nuestro lenguaje, decimos de los primeros que "se dejan los huevos" y de los segundos que "se tocan los huevos".  En ambos casos pueden emplearse de manera casi indistinta los diferentes términos con que nos referimos a los testículos (pelotas, huevos y cojones, por orden de malsonancia), aunque cuando se trata de "dejarse" lo más frecuente es referirse a los huevos.

Existen numerosas posibilidades para expresar esta situación en inglés, tratadas de manera muy prolija por Brian Brennan y Rosa Plana en su recomendable libro "Don't Get Me Wrong".  La estructura que más se asemeja a la española, tanto semánticamente como en cuanto a su vulgaridad, es to work one's balls off.  Podemos traducirla libremente como "trabajar hasta que se nos caigan los huevos", muy similar al tenor literal de nuestra locución de hoy.  La expresión puede también encontrarse en inglés en formas referidas al culo, empleando tanto arse como butt.  Nótese que en castellano la expresión "dejarse el culo" (y la similar "perder el culo") tienen connotaciones muy distintas, más relacionadas con el afán o la prisa con que se procura algo.

En un registro algo menos rudo, pero con una estructura muy simular, disponemos también en inglés de la locución to work one's guts out.  En territorio mucho más cortés se sitúa to work one's fingers to the bone, cuya equivalencia en castellano está probablemente más próxima a la idea de "dar el callo" que tratamos en estas páginas no hace mucho.

Ejemplos prácticos:
  • Sé que te has dejado los huevos para presentar el plan corregido dentro del plazo.  I know you have worked your arse off to produce the amended plan before the deadline.
  • Sabes que, si me das el trabajo, me dejaré los huevos.  No se puede decir lo mismo de los otros candidatos.  You know that if you give me the job I'll work my balls off.  You cannot count on the other candidates to do the same.
  • Me alegré de que le nombraran director de ventas porque era uno de los pocos que se había dejado los huevos intentando hacer crecer el negocio.  I was glad to see his appointment as head of sales because he was one of the very few who had worked their guts out to expand the business.

viernes, 17 de febrero de 2012

Tomar el pelo +


Nuestro propósito de tratar lo que uno de nuestros comentaristas bautizó felizmente como "los siete pecados capilares" nos empuja hoy a volver sobre una de nuestras más antiguas entradas, la única original de abril de 2010 que restaba por revisar.  No es casual que uno de los primeros conceptos de la oficina moderna a los que dedicamos nuestra atención hace casi dos años fuera precisamente "tomar el pelo", dada la prevalencia de esta conducta en nuestras empresas.

Y no nos referimos, claro está, únicamente a las bromas y chanzas entre compañeros, propias de cualquier colectivo.  En la oficina moderna, no es infrecuente que califiquemos muchas situaciones, en particular en el ambito de las relaciones laborales, como "tomaduras de pelo" (por ejemplo, "la revisión de categorías que han hecho este año es una auténtica tomadura de pelo").

Al tratar la locución verbal "tomar el pelo a alguien", el Diccionario de la Real Academia Española contiene una definición ("burlarse con elogios, promesas o halagos fingidos") que resulta quizá demasiado limitada para el uso común de la misma, al menos en el ámbito profesional.  Mª Leonisa Casado Conde propone una definición más genérica en "¡ Se Dice Pronto !": "hacerle bromas a alguien, burlarse de él subrepticia o disimuladamente y de forma socarrona".

La expresión ha quedado, en todo caso, un poco anticuada y es más frecuente escuchar en estos tiempos formas más coloquiales como "quedarse con alguien", que el DRAE define como "engañar a alguien o abusar diestramente de su credulidad".  También podemos emplear en estos contextos la locución verbal "estar de coña".

Proponemos expresar este concepto en inglés utilizando la fórmula to pull one's leg (literalmente, "tirar de la pierna de alguien").  El origen de esta expresión es incierto aunque, según algunos, presenta ciertas connotaciones macabras pues podría estar relacionado con los ahorcamientos comunes en el pasado o, en general, con la comprobación de que alguien está verdaderamente muerto.  Más probable es que se relacione con las zancadillas, método por cierto muy empleado en el pasado por los carteristas para facilitar su labor.

En todo caso, en estos contextos siempre podemos emplear los sencillos verbos to tease, to fool o to kid, muy útiles y coloquiales.

Ejemplos prácticos:
  • Cuando le dije que este año la empresa no iba a pagar bonus, me miró como diciendo "¿ me tomas el pelo ?".  When I told him that the company wasn't paying a bonus this year, he looked at me as if to say "are you kidding me ?",
  • ¿ Te estás quedando conmigo ?  No puedes pedirme que me vaya a trabajar a Londres a mitad de curso.  Are you pulling my leg ?  You cannot expect me to transfer to London in the middle of the school year.
  • Cuando vi su propuesta pensé que estaban de coña.  When I saw their proposal I though they were fooling us.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Cura de humildad


Los balnearios han conocido un cierto renacimiento en los últimos tiempos.  Sus tratamientos de salud, en particular sus propuestas estéticas y contra el stress, se han orientado hacia un amplio público, muy distinto de los clientes añosos que tradicionalmente acudían a "tomar las aguas".  Incluso en las ciudades han surgido los llamados "spas urbanos", que ofrecen sus servicios en locales sobre cuya higiene siempre ha albergado dudas el autor.  Estos establecimientos no deben, en ningún caso, confundirse con las ubicuas saunas, donde los servicios ofrecidos son generalmente de naturaleza bien distinta.

Muchas de las personas que conviven en la oficina moderna, especialmente las que han alcanzado puestos de cierta relevancia, merecen experimentar un tratamiento que no se ofrece en los establecimientos balnearios, quizá porque la vida misma lo administra de manera inesperada y, además, gratuita.  Nos referimos a esas curas de humildad que tanto contribuyen a bajar los humos y a recordarnos nuestras muchas limitaciones, haciéndonos recobrar temporalmente cierta perspectiva de las cosas.   En esta línea, el Diccionario de la Real Academia nos recuerda que la hoy desusada virtud de la humildad consiste precisamente en "el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento".

En inglés también encontramos referencias a la humildad pero, en lugar de proponerse una inmersión reparadora, se opta por aproximaciones gastronómicas o, al menos, que tienen que ver con comer.  Efectivamente, la expresión más común en inglés en este contexto es to eat humble pie (que podemos traducir como "comerse el humilde pastel" o, más libremente, como "comer pastel de humildad").  Parece, sin embargo, que su origen está más bien en el umble pie, una especia de empanada medieval rellena de diversos productos de casquería.  Alternativamente, podemos emplerar también la construcción to eat dirt ("comer suciedad", cercana a nuestra "comer mierda").

En los Estados Unidos, por su parte, es más común encontrar una expresión similar aunque aún más curiosa: to eat crow, cuya forma original era to eat boiled crow ("comer cuervo  hervido").  No hace falta probarla para saber que la carne del cuervo no debe resultar demasiado apetitosa.

Ejemplos prácticos:
  • No sé cómo Guardiola le cae tan bien a la gente.  A mi me parece un gilipollas al que le vendría bien una cura de humildad de vez en cuando.  I can't understand why people like Guardiola so much.  I think he's an asshole who should eat humble pie once in a while.
  • El año pasado por primera vez no consiguieron alcanzar sus objetivos de crecimiento y su cotización se desplomó; una buena cura de humildad para una empresa tan acostumbrada al éxito.  Last year they failed to achieve their growth target for the first time and their share price tanked; a dose of humble pie for such a succesful company.

lunes, 13 de febrero de 2012

No tener pelos en la lengua

Hace unas semanas, en respuesta a la entrada dedicada a la locución "soltarse la melena", recibimos una sugerencia de uno de nuestros comentaristas más activos y, sin duda, ocurrentes.  Nos proponía tratar una serie de expresiones de uso frecuente en la oficina moderna relacionadas precisamente con el pelo.  Nos disponemos a tratar algunas de ellas en las próximas semanas, desarrollando este campo semántico aparentemente tan rico en nuestro idioma.

El Diccionario de la Real Academia Española define la expresión "no tener alguien pelos en la lengua" como "decir sin reparo ni empacho lo que piensa o siente, o hablar con demasiada libertad y desembarazo".  El Diccionario de Uso del Español de María Moliner, por su parte, incluye la siguiente definición para nuestra locución de hoy: "ser persona de las que dicen lo que se les ocurre, sin reparo; puede implicar descaro o franqueza".

Parece, pues, que existe una categoría de personas que dicen lo que piensan o sienten mientras otras, seguramente la mayoría, no lo hacen.  Resulta innecesario desarrollar en detalle las consecuencias que una u otra actitud suelen acarrear en la oficina moderna pues, sin duda, nuestros lectores ya habrán observado que no es precisamente la franqueza una de las cualidades que adornan las carreras de los profesionales de éxito en nuestras empresas.  Más deprimente aún resulta constatar que no son la discreción o la prudencia las que animan al silencio, sino más bien la cobardía cuando no directamente el miedo.

En inglés, podemos expresar esta idea con la locución verbal not to mince one's words.  El Cambridge Dictionary of Idioms la define con las siguientes palabras: "to say what you mean clearly and directly, even if you upset people by doing this" ("decir lo que piensas clara y directamente, incluso si haciéndolo molestas a otras personas").  El significado principal del verbo to mince es dividir en trozos pequeños, siendo su uso más frecuente el asociado con la carne picada (minced meat).

Podemos emplear igualmente otra interesante locución, también con forma negativa, not to pull one's punches, a la que ya nos referimos hace tiempo en nuestra entrada dedicada a "cortarse" (que, curiosamente, también en castellano utilizamos en ocasiones con la forma "no cortarse un pelo").  El valor literal de la locución inglesa indica que, en el figurado combate verbal, no se deja de dar ningún golpe.  El Cambridge Advanced Learner's Dictionary la define como "to speak in an honest way without trying to be kind" ("hablar de forma honesta sin intentar ser amable").

Finalmente, disponemos de otra expresión inglesa que nos puede resultar útil en este contexto.  Se trata de to make no bones about something, definida por el Cambridge Dictionary of Idioms como "to say clearly what you think or feel although you may embarrass or offend someone" ("decir claramente lo que piensas aunque puedas avergonzar u ofender a alguien").  Es una expresión que puede utilizarse en un sentido más amplio y cuyo origen podéis explorar en la siempre interesante www.phrases.org.uk.

Ejemplos prácticos:
  • Me sorprendió que no dijera nada en la reunión de sistemas porque no suele tener pelos en la lengua.  I was surprised by his silence at the IT meeting because he is not inclined to mince his words.
  • Pedro no se cortó un pelo a la hora de criticar las propuestas que habían hecho nuestros abogados para cerrar el asunto.  Pete didn't pull his punches when criticizing the proposals that our lawyers had tabled in order to settle the matter.
  • No tuvo pelos en la lengua para decirle que sus resultados eran muy malos y que la despediría si no fuera hija del dueño.  He made no bones about telling her that her performance was really poor and that he would sack her if she wasn't the owner's daughter.

viernes, 10 de febrero de 2012

Puñalada trapera +

La reciente elección como líder socialista de Alfredo Pérez Rubalcaba, de quien sus muchos enemigos dicen que "si te vuelves, te la clava", nos anima a revisar nuestra ya antigua entrada dedicada a la puñalada trapera.  El autor confiesa sentir una cierta frustración por el poco interés que ante un concepto tan rico han demostrado hasta ahora nuestros visitantes, mucho más incomprensible si tenemos en cuenta la extraordinaria ilustración que en su día seleccionamos para esta entrada.

El Diccionario de la Real Academia Española contiene una primera definición para la puñalada trapera ("herida, lesión o desgarrón grande, hechos con un puñal, un cuchillo, o algo semejante") que sólo aporta, respecto a la puñalada a secas, la referencia al tamaño.  La segunda acepción incorpora ya el valor figurado habitual en nuestra lengua: "traición, jugarreta, mala pasada".

Efectivamente, al margen de los inciertos orígenes de la expresión,  su uso es casi siempre figurado para definir una traición o un engaño particularmente arteros o abominables. Por ello, es de uso frecuente en el moderno ambiente laboral donde se multiplican las acciones de esta naturaleza, más aún en períodos de elevada incertidumbre como los actuables.  Es notable la multiplicación de estas conductas en momentos que llevan aparejado el reparto, casi siempre arbitario, de recompensas y castigos.

En inglés existe una expresión muy similar y que transmite precisamente las mismas connotaciones: to stab someone in the back (literalmente, apuñalar a alguien por la espalda).  En paralelo a lo recogido en el DRAE para nuestra lengua, el McGraw-Hill Dictionary of American Idioms and Phrasal Verbs nos ofrece tanto el sentido literal de la expresión en inglés ("to thrust a knife into someone's back") como el figurado ("to betray someone", simplemente "traicionar a alguien").

Ejemplos prácticos:
  • Pedro me había dicho que me ofrecería el puesto cuando Carlos se fuera pero al final me dio una puñalada trapera. Peter had told me that he would offer me the job when Carlos left but in the end he stabbed me in the back.
  • Cuando cortaron, le dio una puñalada trapera contándole a todo el mundo los detalles. When they broke up, she stabbed him in the back telling everyone all the details.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Coscarse

La capacidad para entender las cosas que ocurren a nuestro alrededor se desarrolla desde la infancia pero no cabe duda de que lo hace de manera muy desigual.  De hecho, no es infrecuente que nos encontremos ante personas que no entienden nada o, al menos, lo pretenden.

La definición que para entendimiento ofrece el Diccionario de la Real Academia Española bordea los terrenos metafísicos ("potencia del alma, en virtud de la cual concibe las cosas, las compara, las juzga, e induce y deduce otras de las que ya conoce").  Sin embargo, unas páginas antes recoge también las "entendederas", con similar valor semántico pero un registro mucho más coloquial.

Notablemente, cuando empleamos "entendimiento" a secas hacemos referencia a la abundancia del mismo mientras que cuando empleamos "entendederas" es siempre para hacer notar precisamente lo contrario.  El ejemplo que para este término ofrece el Diccionario de Uso del Español ilustra muy bien este hecho ("sus entendederas no llegan a más").

En este contexto, centramos hoy nuestros afanes en el verbo "coscarse", cuyo uso se ha extendido mucho en la oficina moderna española en los últimos tiempos.  El DRAE lo define como "darse cuenta, percatarse", términos idénticos por una vez a los empleados en el DUE.  El vocablo resulta, en todo caso, muy coloquial y hasta vulgar, especialmente si se pronuncia con el basto deje manchego-madrileño que convierte las eses en jotas y cuyo máximo exponente es uno de los prohombres de nuestro país, José Bono.  Más elegante, por supuesto, resulta emplear "enterarse" que puede llegar a utilizarse con similar contundencia, dependiendo de la construcción de la frase ("nunca se entera de nada").

Existen lógicamente múltiples posibilidades más o menos genéricas de expresar esta idea en inglés (to catch on, to get it, to get onto, to get wise to, to latch on).  En la línea más idiomática que solemos preferir, nos interesa hoy especialmente la locución verbal to cotton on to, que el Cambridge Advanced Learner's Dictionary define como "to begin to understand a situation or fact" (empezar a entender un hecho o una situación).   Nótese que este valor parece limitado al Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda, mientras que en los Estados Unidos existe la similar expresión to cotton to, que viene más bien a significar simplemente "gustar".

Ejemplos prácticos:
  • Me cosqué de que estaban líados cuando los vi juntos en tu fiesta.  I only caught on to the fact they were an item when I saw them together at your party. 
  • Puede que los clientes tarden una temporada en coscarse de lo que pasa.  It may take a while before clients get wise to what is happening.
  • Pensaba que tenía muy pocas luces pero resultó que de algunas cosas se coscaba enseguida.  I thought she was as thick as two short planks but she actually cottoned on pretty quickly to certain stuff.

lunes, 6 de febrero de 2012

Por las buenas o por las malas

El idioma evoluciona a lo largo del tiempo y continuamente incorpora nuevas palabras y giros, enriqueciéndose en algunas ocasiones y envileciéndose en las más.   Pocas de las expresiones que se han incorporado al castellano en los últimos tiempos resultan tan repugnantes como el hoy omnipresente "sí o sí", cuyo origen se sitúa sin duda en el sórdido submundo que rodea al fútbol en nuestro país.

De hecho, para el autor la expresión está indisolublemente asociada a la primera persona a la que se la escuchó,  Iñaki Sáez, un personaje hoy con toda justicia olvidado.  El entrenador vasco fue, sin embargo, el inmediato predecesor en el cargo de seleccionador nacional español de los hoy insignes Luis Aragonés y Vicente del Bosque (¿ para cuando el marquesado de Hortaleza para Zapatones ?).  En descargo de Sáez hay que recordar que los lamentables resultados obtenidos por España en la fases de clasificación y final de la Eurocopa 2004 cuentan con la justificación de que por aquel entonces aún se alineaba habitualmente en el equipo Raúl González Blanco, conocido en la época como el "7 de España".

La pobreza formal y expresiva de "sí o sí" resulta aún más injustificable si consideramos las excelentes opciones que nos ofrece el castellano para transmitir la misma idea.  La más clásica es, sin duda, "por las buenas o por las malas" que contrapone dos locuciones que indican que algo se hace voluntariamente o por la fuerza.  Mª Leonisa Casado Conde en "¡ Se Dice Pronto !" hace equivaler la expresión a "con ganas o sin ellas, se quiera o no".  En tiempos pretéritos, no era inusual que incluso personas cercanas al analfabetismo funcional, como la mayoría de los futbolístas profesionales, dijeran cosas como "debemos ganar el partido por lo civil o por lo criminal", mucho más sugerentes que el penoso "sí o sí" actual, aunque quizá hoy políticamente incorrectas.

Por lo que se refiere a la oficina moderna, lo más habitual es que esta idea de que algo debe hacerse en todo caso, con independencia de las circunstancias o los deseos o capacidades, se exprese allí con el clásico "por cojones" ("nos ha pillado el toro y debemos terminar la presentación esta tarde por cojones", por ejemplo).  No debemos confundir nunca esta locución con "por mis cojones" o el incomparable y españolísimo "por mis santos cojones", que vienen a significar que las cosas deben hacerse únicamente por deseo de alguna persona (como en "sacó adelante el proyecto por sus santos cojones").

Esta carácter inexcusable de las conductas demandadas o exigidas hace que resulte, en muchas ocasiones, apropiado trasladarlas al inglés con el sencillo whether you like it or not (literalmente, "te guste o no") u otras construcciones similares.

Mucho más pintoresca e idiomática resulta la expresión by hook or by crook, que podríamos traducir como "con el gancho o con el cayado".  La expresión es muy antigua y se emplea en inglés desde finales del siglo XIV.  Puede profundizarse en su origen en la siempre interesante página www.phrases.org.uk, que lo sitúa en el ámbito rural, bien en la recogida de leña en los montes o en el pastoreo de ovejas.  No parece haber gran diferencia conceptual entre coger las cosas con un gancho o con un cayado por lo que es probable que la contraposición entre los dos elementos tenga más bien su base en su sonoridad, algo muy frecuente en inglés (especialmente en el notable rhyming slang).

Ejemplos prácticos:
  • Si se le ponía algo en la cabeza, tenía que conseguirlo por la buenas o por las malas.  If she set her mind on something, then she had to acquire it, by hook or by crook.
  • Tenemos por cojones que asegurarnos de que al menos dos personas estén en la mesa de operaciones a la hora de la comida por si aparece el jefe.  Whether we like it or not, we need to make sure that at least two people are at the trading desk during lunch time in case the boss turns up.
  • Tanto España como Italia estaban decididas a incorporarse al euro, sí o sí.  Both Spain and Italy were determined to join the euro, by hook or by crook.

viernes, 3 de febrero de 2012

Cuando el río suena, agua lleva +

Los continuos cambios (e incluso cambalaches) que caracterizan vida en la oficina moderna, unidos a la proverbial falta de transparencia y comunicación, hacen que los rumores de todo tipo surjan y se extiendan sin medida. Ya nos hemos referido en otro lugar al singular papel que Radio Macuto juega en nuestras empresas pero parece apropiado que hoy volvamos sobre este tema desde otra perspectiva, incorporando además algunas correcciones a la entrada original.

La rumorología se desata particularmente en las semanas previas al verano y al cierre del ejercicio, coincidiendo curiosamente con períodos particularmente activos en otros terrenos muy aptos para la especulación y el chismorreo (como los fichajes futbolísticos, por ejemplo) lo que hace pensar que quizá exista aquí algún tipo de efecto estacional.

Los rumores, con independencia de su origen, van incorporando en su proceso de transmisión lo peor de cada uno de los intermediarios, que aderezan la información recibida con sus propios prejuicios y preocupaciones que, en ocasiones, bordean en la paranoia.  La información así transmitida va desfigurándose poco a poco hasta alcanzar el punto en el que puede decirse aquello de que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. El conocido juego infantil "el teléfono estropeado" es una adecuada representación de este proceso y constituye quizá un intento de familiarizar a nuestros hijos con esta singular realidad.

Sin embargo, el refranero popular nos alerta de que, si bien somos conscientes de que la propia naturaleza del rumor y su singular mecanismo transmisor hacen improbable su veracidad, la propia existencia del mismo apunta que la citada veracidad no deba descartarse totalmente. Efectivamente, decimos que "cuando el río suena, agua lleva" para indicar que cuando un rumor se extiende es porque en él hay algo de verdad.

El inglés emplea para expresar esta idea una estructura sintáctica similar, aunque con elementos diferentes. Así, la expresión inglesa there's no smoke without fire ("no hay humo sin fuego") viene a significar que cuando oímos decir algo malo de algo o alguien es porque generalmente es cierto. El carácter falaz de esta aseveración nos alerta de que muchas de las actitudes que consideramos más propias de la psicología hispana son, en realidad, universales.

Ejemplos prácticos.
  • Al principio no me creí los rumores pero parece que cuando el río suena, agua lleva. At first I didn't believe the rumours but it seems that there's no smoke without fire.
  • Dicen que nos vamos todos a Londres en 2012 y ya sabemos que cuando el río suena, agua lleva. Rumour has it that we are all moving to London in 2012 and we all know there's no smoke without fire.

miércoles, 1 de febrero de 2012

A capa y espada

El conflicto, ya sea abierto o sordo, esporádico o permanente, es uno de los elementos que definen la oficina moderna.  Si bien los enfrentamientos físicos son muy poco frecuentes en la actualidad, aunque ciertamente no inauditos, los indirectos abundan en toda organización empresarial que se precie.

Asistimos así, en nuestro entorno laboral, a interminables luchas políticas, animadas generalmente por el afán desmedido de muchos jefes y jefecillos por extender sus cortijos o por el más descarado "quítate tú para ponerme yo". La situación alcanza con frecuencia el punto en el que no pocos profesionales se ven obligados a hacer de la defensa de su posición, o más raramente de sus ideas, el objetivo único de sus afanes laborales.

El Diccionario de la Real Academia Española define la locución verbal "defender a capa y espada" como "patrocinar a todo trance", empleando términos algo anticuados.  Menos apolillada resulta la definición del Diccionario de Uso del Español: "defender con mucho celo o ardor".

Muy similar resulta el sentido de otra expresión habitual en nuestro idioma como "con uñas y dientes".  El DRAE le asigna el valor de "con la mayor intensidad y energía posibles", proponiendo el DUE un significado muy semejante ("con todos los medios y con la mayor tenacidad posible").  Nótese que esta locución adverbial resulta más versátil, dado que puede emplearse con varios verbos (atacar, defender, negarse, proponer o luchar, por ejemplo) mientras que la capa y la espada sólo pueden emplearse en nuestro idioma para defender.

Es, en todo caso, muy similar a esta la expresión que se emplea habitualmente en inglés en este contexto.  Se trata de tooth and nail, que el American Heritage Dictionary of the English Language define precisamente como "with every available resource; with unrelenting effort" ("por todos los medios posibles, sin cejar en el esfuerzo").  Nótese muy especialmente la ausencia en la expresión de preposición alguna (no decimos with tooth and nail) y el uso siempre del singular, en contraste con el castellano y otras lenguas.

No sorprende el carácter casi universal de la referencia a las uñas y los dientes como medios de defensa, dado que son los empleados de forma natural por los mamíferos de toda condición y tamaño.  Ya existía en latín una expresión en idéntico sentido (dentibus et unguibus) y la misma es común en muchas otras lenguas.

Ejemplos prácticos:
  • Luchó con uñas y dientes por conseguir el puesto pero al final fracasó.  He fought tooth and nail to get the job but failed in the end.
  • Las operadoras defendieron a capa y espada su monopolio durante años pero al final tuvieron que llegar a un acuerdo, presionadas por el regulador. For many years, the operators fought tooth and nail to protect their monopoly but eventually had to compromise under pressure from the regulator.
  • Han contratado un despacho de abogados de campanillas y se van a oponer a la propuesta con uñas y dientes.  They have hired a top firm of lawyers and will fight the proposal tooth and nail.