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lunes, 30 de marzo de 2015

Torear


Sorprenderá, quizá, que aún no hayamos tratado el propio verbo "torear".  Mucho más si tenemos en cuenta que los sufridos habitantes de la oficina moderna están generalmente más que hartos de ser toreados por toda suerte de personajes de dudosa procedencia y acreditación.  Otra cosa es que muchos de ellos embistan de forma pastueña cuando no humillando en actitudes que exceden incluso de lo servil para rayar en lo innombrable.

En todo caso, nos disponemos hoy a reparar esta sorprendente omisión.  Como no podía ser de otra manera, son numerosas las acepciones que el Diccionario de la Real Academia Española contiene para el verbo "torear", además de la que le resulta más propia ("lidiar los toros en una plaza").  Dos aspectos son las que nos interesan principalmente en el ámbito laboral, en los que nos centraremos en lo que sigue.

Por una parte, tenemos la acepción que se refiere, con sentido más bien positivo o incluso de cierta admiración, a la acción de "conducir hábilmente un asunto que se presenta difícil o embarazoso".  Se trata efectivamente de sortear alguna dificultad recurriendo no a subterfugios o escapes sino a las propias capacidades y hacerlo además de forma satisfactoria.

Esta actuación puede expresarse en inglés recurriendo al verbo to dodge, definido en su sentido figurado por el Cambridge Advanced Learner's Dictionary como "evitar algo desagradable".  En ocasiones, podemos  emplear también el verbo to sidestep que incorpora de manera directa la imagen de echarse a un lado para evitar la situación peligrosa o embarazosa.

Mucho más frecuente en la oficina moderna es recurrir a la referencia al verbo "torear" para indicar diversas acciones maliciosas que se asemejan a las suertes (no faltará quien las califique más bien de torturas) que los toreros realizan con el toro en el ruedo.  Hasta tres acepciones incluye el DRAE que pueden inscribirse en este apartado ("entretener las esperanzas de alguien engañándole",  "hacer burla de alguien" y "fatigar, molestar a alguien, llamando su atención a diversas partes u objetos").

Es el maltrato recibido el elemento común de estas actuaciones, junto con cierto elemento de burla, generalmente agravado por realizarse desde una situación ventajista.  Podemos, por ello, emplear en inglés la locución verbal to mess somone about (o around) en este contexto.  El CALD le asigna el valor genérico de "tratar mal a alguien" ("to treat someone badly") y, en función del contexto, podemos usarlo con el sentido que buscamos.

Para terminar, apúntemos una nota de precaución, sin salir casi del mundo taurino, al menos en la imaginería empleada.  No debe, en ningún caso, confundirse este to mess someone around con to mess around with someone que viene a equivaler en inglés a nuestro "poner los cuernos con alguien".  Ojo al dato.

Ejemplos prácticos:
  • Están desafiando el orden constitucional de una forma que Rajoy ya no va a poder seguir toreando.  They are challenging the constitutional status quo in a way that Rajoy will not be able to dodge any longer.
  • Toreó las preguntas sobre sus gastos como pudo pero al final tuvo que dimitir.  She did her best to sidestep the questions about her expenses but had to resign in the end.
  • Estoy harto de que sus abogados me toreen.  Si no firmamos hoy, la operación se cancela.  I am fed up with being messed around by their lawyers.  If we don't sign today, the deal is off.
  • Ayer me dijiste que cambiara todas las previsiones de márgenes y ahora parece que te gustan más las antiguas.  No me gusta que me toreen así.  You told me yesterday that I needed to change all the margin forecasts and now you seem to like the old ones better.  I don't like being messed about this way.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Brindis al sol

La inutilidad de muchas de las iniciativas y propuestas que se realizan en la oficina moderna es tan manifiesta que, con frecuencia, raya abiertamente en los terrenos de lo bochornoso.   Aunque ocasionalmente estén animadas simplemente por la insensatez, estas acciones suelen más bien intentar justificar a quien las realiza con el objetivo final, omnipresente en nuestros centros de trabajo, de medrar.

Con frecuencia, denigramos estas actuaciones recurriendo a la expresión "hacer un brindis al sol", expresión de indudable origen taurino por más que muchos de los que la emplean desconozcan el mismo o sus complejas connotaciones.

Conviene notar inicialmente que, en este contexto, el brindis se refiere a la costumbre de dedicar ("brindar") los toreros la faena de muleta que se disponen a realizar a alguna persona presente en el coso o a la totalidad de los espectadores.

No se brinda propiamente al astro rey sino que la referencia es a los tendidos "de sol" que soportan la incidencia de sus rayos durante la lidia, con la consiguiente incomodidad para los espectadores, minorada en los tiempos modernos por el inicio más tardío de los festejos.  Recuérdese que, hasta hace no tanto, las corridas daban comienzo a las cinco de la tarde, hora a la que en otras latitudes más civilizadas se toma más bien el té.

Tampoco está de más aclarar el velado sustrato clasista de la expresión pues, debido a su menor precio, es en las localidades de sol donde se sientan típicamente las clases populares y se infiere que las mismas son menos entendidas en el arte de Cúchares. Para desmontar esta equivocada concepción sólo hay que pensar en los admirables espectadores del tendido siete madrileño, casi los únicos que defienden la Fiesta de la adulteración que la acecha desde hace décadas.

Cuando el torero "brinda al sol" busca la simpatía y complicidad de los espectadores, en un gesto que hoy calificaríamos sin duda como "populista".  Por extensión, cuando en la oficina moderna acusamos a alguien de realizar esta actividad queremos subrayar la inutilidad última de su postura, al tiempo que le acusamos de llamar la atención sobre la misma para buscar un reconocimiento que, implícitamente, consideramos injusto.

Para expresar esta idea en inglés disponemos de una expresión de naturaleza muy similar, to play to the gallery (que podemos traducir libremente como "actuar para la galería", frase que también se utiliza en ocasiones en nuestro idioma). Es interesante destacar que esta galería también era donde se situaban los asientos más baratos en los teatros.  En el Cambridge Advanced Learner's Dictionary se define esta locución como "comportarse de una determinada manera para que otras personas nos admiren o apoyen" ("to behave in a way intended to make people admire or support you").

Menos frecuente pero no insólita es la expresión to play to the crowd ("actuar para el público") que se utiliza con el mismo sentido.

Ejemplos prácticos:
  • Los políticos están más ocupados en hacer brindis al sol que en arreglar los problemas de la gente. Politicians are more interested in playing to the gallery than solving people's problems.
  • Su propuesta fue un brindis al sol porque todo el mundo sabía que los alemanes no la aceptarían. His proposal was just playing to the crowd because everyone knew that the Germans would not accept it.

lunes, 16 de marzo de 2015

Hasta el rabo todo es toro

En la oficina moderna no faltan asuntos con tanto o más peligro que los toros de querencias más aviesas, esos de los que los matadores dicen después de la corrida aquello de "me quería coger".  Estos "marrones" de categoría especial, además, no parecen terminarse nunca y tienen una peculiar facilidad para complicarse hasta lo inverosímil.  No sorprende, por ello, que los huyan los que pueden hacerlo, al menos hasta el momento en que parecen definitivamente superados y llegar el momento de intentar colgarse la medalla o, al menos, hacerse la foto.

Toda prudencia es poca cuando nos enfrentamos a temas de esta naturaleza.  Especialmente importante es no confiarse cuando el problema parece en vías de estar resuelto pues, como notábamos arriba, es asombrosa su capacidad para complicarse e incluso mutar en otra situación aún más comprometida.

Esa atención es precisamente lo que reclama la expresión "hasta el rabo todo es toro" que, con frecuencia, escuchamos también en el ambiente laboral.  La construcción evoca el paso del toro por el capote o la capa y nos recuerda que no debemos dar por concluída satisfactoriamente cualquier tarea o actividad hasta que la misma esté verdaderamente terminada.

Para los seguidores del Atlético de Madrid, entre los que se cuenta el autor, esta expresión ha quedado indeleblemente asociada a nuestras traumáticas experiencias en las finales de la máxima competición del fútbol europeo.  En 1974, cuando aún se denominaba Copa de Europa, tras adelantarnos en la prórroga a falta de cinco minutos, el Bayern de Munich nos empató en el último suspiro y luego nos barrió 4-0 en el partido de desempate.  De lo ocurrido el año pasado en la final de la Champions League, según mi médico aún no es recomendable que intente hablar o escribir.

En todo caso, el inglés nos ofrece una locución de origen relativamente reciente que transmite la misma idea, si bien con una imagen bien distinta: it's not over until the fat lady sings.  La expresión parece tener su origen en los ambientes deportivos norteamericanos de la segunda mitad del siglo pasado, lo que puede explicar su tono y también el hecho de que sea frecuente que encontremos su variante it aint't over until the fat lady sings.

La referencia es a la ópera, quizá más concretamente a las densas e interminables obras wagnerianas. Para aquellos impacientes que no ven el momento de que la ópera acabe y anticipan ansiosos su final en cada escena, la pista es que la obra no acaba hasta que cante la soprano, generalmente una mujer entrada en carnes.

Quizá debería desarrollarse otra recomendación para aquellos que, como le ocurre a Woody Allen en "Misterioso Asesinato en Manhattan", cuando escuchan música de Wagner durante media hora sienten un deseo irrefrenable de invadir Polonia.



La referencia a la obesidad de la cantante sitúa en estos tiempos la expresión en la categoría de lo políticamente incorrecto.  Quien quiera evitar esta connotación pueden quizá optar por la tautológica it's not over until it's over.

Ejemplo práctico:
  • Ganábamos 3-0 en el descanso pero les recordé a los jugadores que hasta el rabo todo es toro. We were 3-0 up at halftime but I reminded the players that it's not over until the fat lady sings.
  • Ya sé que van muy por encima del presupuesto pero hasta el rabo todo es toro.  El año pasado se las apañaron para cagarla en diciembre cuando no deberían haber estado operando. I know that they are well ahead of budget but it's not over until the fat lady sings.  Last year they somehow managed to screw up things in December when they should not have traded at all.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Pillar el toro

Las personas no entendidas en la tauromaquia suelen aburrirse al asistir a las corridas de toros.  En muchas de nuestras plazas, los grupos de turistas abandonan el festejo al terminal la lidia del tercer toro, probablemente con destino a una paella temprana y algún espectáculo flamenco.  No conviene criticar este aburrimiento basado en la ignorancia, pues muchos españoles también lo experimentan en relación con el sublime pasatiempo del cricket.

Para esos espectadores ocasionales, casi el único entretenimiento es una posible cogida del torero o alguno de sus subalternos, evento que ocurre con escasa frecuencia.  En la oficina moderna, por el contrario, que "nos pille el toro" es suceso casi cotidiano y más de un sufrido profesional español puede decir que tiene el cuerpo cosido de cornadas.  Aunque no es menos cierto que, en estos tiempos, siempre debemos recordar aquello de "más cornás da el hambre" que observó el diestro Manuel García "El Espartero".

El Diccionario de la Real Academia Española define la locución coloquial "pillarle el toro a alguien" como "no conseguir hacer o finalizar algo en un plazo determinado".  El Diccionario de Uso del Español, por su parte, es más sucinto y la define simplemente como "echársele el tiempo encima".

Es sabido que los plazos en la empresa moderna se fijan generalmente de forma arbitraria, cuando no abiertamente a mala leche, por lo que es casi inevitable que estemos siempre próximos a ser pillados por el toro. No es menos cierto, sin embargo, que la relación del trabajador español con los plazos (y los límites en general) es relajada y que en nuestro idioma no tenemos ningún equivalente al amenazador vocablo inglés deadline.

Lamentablemente no existe en inglés una frase hecha que incorpore plenamente el significado de la locución española por lo que debemos optar por expresiones más o menos convencionales, como to miss the deadline o to run out of time, que ilustramos en algunos de los ejemplos. Más idiomática resulta la expresión to miss the boat pero la misma se refiere más a una oportunidad pérdida que a un plazo incumplido.

Ejemplos prácticos:
  • Si no nos damos prisa nos va a pillar el toro. If we don't hurry up we are going to miss the deadline.
  • Sólo me falta que me manden el presupuesto pero me va a acabar pillando el toro. I am only waiting for them to send me the budget but I am running out of time.
  • Me perdí el concierto porque anduve lento con las entradas y al final me pilló el toro. I didn't go to the concert because I was slow getting the tickets and ended up missing the boat.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Saltarse a la torera

En la primera fase de la lidia, antes de que el toro se vea debilitado por los puyazos administrados por el picador, no es infrecuente que ponga en tales apuros a los toreros que estos se vean obligados a salvar la barrera de cualquier manera para evitar su acometida, tal como ilustra nuestra fotografía de hoy.

Desde un punto de vista técnico, dentro de la tauromaquia la expresión "saltar a la torera" hace referencia, según recoge el Diccionario de la Real Academia Española, a "saltar sobre algo apoyándose en ello con una o ambas manos y pasando por encima el cuerpo con los pies juntos sin rozarlo".

Reflejando su uso en el lenguaje coloquial, el DRAE recoge también por extensión el valor de "soslayar una obligación o un compromiso", sin añadir ninguna otra connotación.  El Diccionario de Uso del Español también dice que "saltarse a la torera una orden, disposición, conveniencia, promesa, etc." equivale simplemente a "no hacer caso de ella".

Sin embargo, el uso común de esta expresión incorpora un matiz característico: el incumplimiento de una norma o una instrucción se realiza con claro desprecio o desdén por la misma. En este sentido, que recoge entre otras la excelente página Jergas de Habla Hispana, la expresión equivale a "no hacer ni caso", donde curiosamente es en el "ni" donde incorporamos esa distancia o desprecio hacia la disposición desobedecida.

En este contexto, podemos expresar esta idea en inglés con el verbo to flout que incorpora en sus significados principales (desobedecer o despreciar) los caracteres que hemos identificado como propios de la expresión española y puede utilizarse con una significación muy similar.  El Cambridge Advanced Learner's Dictionary define la expresión como "desobedecer intencionadamente una regla, ley o costumbre" ("to intentionally not obey a rule, law, or custom").

Ejemplos prácticos:

  • Cuando fue a Chile, se saltó a la torera todo el procedimiento de viajes corporativos y acabó pagando un pastizal por los billetes. When he went to Chile he flouted the corporate travel procedure and ended up paying through the nose for the tickets.
  • Cuando se permitió a la competencia ofrecer líneas fijas, a Telefónica le pillaron saltándose a la torera todas las normas que puso el regulador. When competitors were allowed to offer fixed-line services, Telefonica was exposed flouting all the rules set up by the regulator.