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sábado, 15 de febrero de 2014

Costar un huevo


Está muy extendido en nuestro idioma el empleo de referencias a distintas partes del cuerpo humano para subrayar lo elevado del coste de alguna cosa o servicio.  Así, el Diccionario de la Real Academia Española recoge las expresiones coloquiales "costar algo un riñón" y "costar algo un ojo de la cara" (también la hoy poco habitual "costar los ojos de la cara") y las hace equivaler a "ser excesivo su precio, o mucho el gasto que se ha tenido en ello".

Sin embargo, y como suele suceder, es una expresión más colorista y malsonante la que normalmente se escucha en nuestras oficinas en este contexto.  Efectivamente, habitualmente decimos de algo que nos resultó caro que "nos costó un huevo", empleando este término con el sentido de "testículo" que recoge el propio DRAE.  En este caso, no es intercambiable este vocablo con los otros dos ("pelota" y "cojón") que solemos emplear de manera casi indistinta, y casi siempre en plural, en muchas otras expresiones.

Conviene subrayar, en todo caso, que la expresión "un huevo" se emplea de manera mucho más genérica en España con el valor de "mucho".  Así lo recoge, por ejemplo, el Diccionario de Uso del Español de María Moliner, indicando que suele utilizarse con verbos como costar, valer, saber, etc.

Podemos decir, por ejemplo, que "Pepe sabe un huevo de informática" o que "nos duele un huevo la espalda", con ese extraño uso yuxtapuesto de dos aparentes objetos directos.  También que algo "nos extraña un huevo" o "nos jode un huevo".  Incluso con el verbo costar podemos encontrar construcciones donde "un huevo" se utiliza con este valor general ("me ha costado un huevo encontrar una farmacia abierta a estas horas") y no con el específico que hoy nos ocupa ("la medicina me costó un huevo").

Como hemos notado en alguna otra ocasión, las referencias testiculares de nuestro idioma son tan ricas y variadas que, en ocasiones, pueden confundir incluso a los nativos.  Por ejemplo, si decimos que algo "nos importa un huevo" queremos indicar, generalmente, que el tema nos interesa mucho pero si, por el contrario, indicamos que "nos importa tres cojones", la connotación es exactamente la contraria.  El legendario artículo de Arturo Pérez-Reverte al respecto es siempre una socorrida referencia.

En inglés también recurrimos a una referencia corporal para indicar lo alto o exorbitado del precio de alguna cosa.  Efectivamente, si decimos que algo en inglés nos costó "un brazo y una pierna" (to cost an arm and a leg) queremos indicar, según el Cambridge Advanced Learner's Dictionary que es "extremadamene caro" ("extremely expensive").  A pesar de posibles etimologías más antiguas, lo cierto es que la expresión es de aparición relativamente reciente y su uso se generalizó en los Estados Unidos a partir de los años cuarenta del pasado siglo.

Disponemos también de otras alternativas menos coloristas para expresar la misma idea.  Así, podemos decir to cost a small fortune con el mismo sentido o recurrir como objeto directo a una pluralidad de palabras (a bomb, a packet, the Earth) que habitualmente vienen a equivaler en inglés a una gran suma de dinero.  Quizá a packet sea la que resulte más idiomática hoy en día en inglés británico.

Mención especial hoy, para terminar, al extraordinario diseño de Emery Greer que ilustra nuestra entrada y que está disponible en camiseta para los interesados.

Ejemplos prácticos:
  • A todos nos encantaría hacer el viaje a Buenos Aires en business pero cuesta un huevo.  We'd all love to fly business class to Buenos Aires but the tickets cost an arm and a leg.
  • No sé si los nuevos iphones son la leche o no pero cuestan un huevo.  The new iphones may be the best thing since bread came sliced but they cost a packet.
  • Acabamos de comprar baratísimo el mismo software que a nuestros competidores les costó un riñón hace sólo dos años.  We have just bought for a song the very same software that cost our competitors an arm and a leg only two years ago.

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