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viernes, 29 de octubre de 2010

Ver venir

En la oficina moderna la supervivencia profesional requiere desarrollar un acusado sentido para "ver venir" las cosas. En este sentido, es interesante observar que aunque esta locución debería ser, en principio, bastante neutra, generalmente la utilizamos para referirnos a circunstancias negativas. Es casi absurdo decir "me vi venir que me ascenderían" o "estaba viendo venir que me iba a felicitar por mi presentación".

La expresión tiene por ello una orientación decididamente práctica: dado que generalmente es imposible evitar que las desgracias terminen ocurriendo, lo importante es quitarse de enmedio a tiempo y evitar verse perjudicado por sus efectos.

En inglés, podemos utilizar por una vez el equivalente literal de la expresión castellana y decir to see something coming que tiene un significado idéntico y que se emplea en los mismos contextos que en nuestra lengua.

Es importante destacar que la expresión inglesa I see where you're coming from tiene, sin embargo, un valor muy distinto y denota que entendemos el punto de vista de nuestro interlocutor y no que le vemos venir.

Existe una expresión inglesa (the writing on the wall, la escritura en la pared) que puede utilizarse también en estos contextos para expresar la situación en que se hace evidente que va a ocurrir una gran desgracia.

La expresión tiene su origen en un pasaje del Libro de Daniel en el Antiguo Testamento, que se representa en el cuadro de Rembrandt de nuestra ilustración . Mientras el rey de Babilonia bebe en su palacio, profanando unos cálices robados en el Templo de Salomón, unos dedos misteriosos escriben en la pared unas palabras enigmáticas. El profeta Daniel, un judío exiliado en la corte de Babilonia, es el único capaz de interpretarlas, advirtiendo al rey de que Dios ha juzgado su conducta y le ha condenado a que su reino sea dividido y quede en manos de medos y persas.

Ejemplos prácticos:
  • Aunque lo veía venir, cuando finalmente dimitió me di cuenta de cuanto le ibamos a echar de menos. Although I saw it coming, when he finally resigned I realized how much we were going to miss him.
  • Se veía venir así que nadie se sorprendió cuando volvieron a subir el IVA. The writing was on the wall so none was surprised when they raised VAT again.
  • Antes del "corralito", muchos argentinos lo vieron venir y se fueron del país. Before the "corralito", many Argentinians saw the writing on the wall and left the country.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Conchabarse

Los personajes más siniestros que pululan por las modernas oficinas son por lo general doctos en el arte de reunirse con otros y conspirar para alcanzar sus objetivos, generalmente inconfesables. Se alcanzan así acuerdos de naturaleza sinalagmática, donde las partes se comprometen a obrar de una manera predeterminada en beneficio del otro.

Utilizamos en estos casos el término "conchabarse" que el Diccionario de la Real Academia Española define como ponerse de acuerdo dos o más personas para un fin, con frecuencia ilícito.

En estos tiempos, la línea entre lo lícito y lo ilícito es cada día más ténue, no sólo en materia moral sino incluso cuando nos movemos en el ámbito de la justicia penal (y no sólo cuando el instructor es Baltasar Garzón). Por ello, quizá resulte más útil centrar el concepto en que el concierto entre las partes para alcanzar un fin merece nuestro reproche o al menos nuestra desaprobación, pues no es otra cosa la que expresamos al utilizar el término que nos ocupa.

Podemos intentar trasladar la misma idea en inglés con la expresión to be in cahoots (estar alíados o líados en sentido no amoroso) o la más sencilla to be in league with, aunque ambas resultan algo más neutras que la castellana.

Ejemplo práctico:
  • En cuanto leí su correo me di cuenta de que Pedro y él se habían conchabado para reabrir el tema. As soon as I read his e-mail I realized that he was in cahoots with Peter to reopen the issue.
  • Muchos alcaldes estaban conchabados con los promotores. Many mayors were in cahoots with the promoters.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Vivir como un cura

No faltan en la oficina moderna quienes, bien mediante engaños o más frecuentemente por componendas innombrables o por defenestraciones bien administradas, han conseguido no pegar ni golpe y llevárselo calentito.

Seguimos diciendo de estas personas en castellano que viven como curas, aún cuando en nuestros tiempos la existencia de la mayoría de los sacerdotes de a pie dista mucho de la holganza pretérita de la que trae causa la expresión. Para el que lo dude, en este vínculo se puede encontrar una descripción sencilla y sin acritud de lo que es ser cura hoy. Y si algún lector quiere exponerse a una dosis fuerte de realidad sobre el tema, lo más aconsejable es que vaya a ver o consiga la reciente película "La Última Cima" (aquí está su inicio).

En inglés existe una expresión (to live the life of Reilly) con el mismo sentido de vivir una existencia llena de comodidades y exenta de preocupaciones. Según Linda y Roger Flavell, en su libro "Dictionary of Idioms and Their Origins", la frase tiene su origen en Estados Unidos donde diversas canciones de los emigrantes irlandeses de finales del siglo XIX ponderaban con cierta envidia la vida regalada que llevaba una persona de ese apellido. Dada la poca consistencia con la que se trasponen al inglés los nombres irlandeses, no es tampoco infrecuente ver escrita esta expresión utilizando Riley en lugar de Reilly (la pronunciación es la misma, en todo caso).

La expresión, en cualquier de sus dos formas, es un lugar común en inglés, habiendo sido utilizado como título de una popular serie radiofónica y luego televisiva norteamericana de los años 40 y 50. También fue el nombre de un animoso grupo musical cuyas memorables actuaciones en The Swan, un legendario pub irlandés en Stockwell, al sur de Londres, permanecen en la memoria del autor a pesar de los años transcurridos.

Ejemplos prácticos:
  • Cuando estábamos en la universidad, su padre trabajaba en el extranjero y él vivía en Madrid como un cura. When we were in college, his father was working abroad and he lived the life of Reilly in Madrid.
  • Cuando me mandaron a Lisboa descubrí que los españoles de la oficina vivían allí como curas. When I was posted to Lisbon I found that the Spaniards in the office there were leading the life of Riley.

lunes, 18 de octubre de 2010

Trapos sucios

En no pocas ocasiones, las tensiones en el ámbito profesional derivan en comportamientos abominables, especialmente cuando se trata de eludir marrones o responsabilidades, los enemigos mortales del empleado moderno. Sacar a los demás los trapos sucios se sitúa entre las conductas laborales de mayor abyección y sin embargo, o quizá por ello, es cada vez más frecuente en estos tiempos.

El Diccionario de la Real Academia Española define esta locución como "echar a alguien en cara sus faltas y hacerlas públicas, especialmente cuando se riñe con él acaloradamente". Es muy importante subrayar que hablamos de algo muy distinto de la calumnia ("acusación falsa, hecha maliciosamente para hacer daño") pero que suele comportar generalmente un nivel de bajeza incluso mayor.

Efectivamente, sacar a la luz hechos o situaciones que nuestro interlocutor preferiría mantener ocultos suele resultar notablemente más dañino que imputarle falsamente cualquier actuación. El así atacado queda en una situación de indefensión que, generalmente, sólo puede aliviarse pasando a la ofensiva y entrando en una dinámica donde, ahora sí, la línea entre trapos sucios, calumnias y descalificaciones personales se hace definitivamente borrosa.

En inglés, existe una expresión que tiene una notable similitud semántica con la que nos ocupa, aunque precisa ser matizada. Home truths (literalmente, verdades domésticas) incorpora también el sentido de que se trata de hechos o circunstancias que se prefiere mantener ocultas y también que resultan especialmente dañinos o sensibles. La definición que ofrece el Diccionario Merriam-Webster, por ejemplo, puede traducirse simplemente como "hecho desagradable que hiere sensibilidades".

Aunque podemos utilizar home truths con el sentido de trapos sucios en algunos contextos, las dos expresiones no son realmente equivalentes. El matiz, en opinión del autor, es que los trapos sucios no queremos que sean conocidos por terceras personas mientras que las home truths son hechos o circunstancias que nosotros mismos no queremos reconocer.

Ejemplos prácticos. English examples.
  • En la reunión del equipo enseguida empezaron a salir trapos sucios. During the team meeting, home truths soon started to come out.
  • En su línea, volvió a sacar trapos sucios durante la comida aunque, al menos, está vez no nos echaron del restaurante. True to form, he delivered some home truths during lunch but at least this time he didn't get us thrown out of the restaurant.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Pasar la pelota

Asociamos el comienzo del otoño con la caída de las hojas, jornadas grises de viento y lluvia y el inexorable acortamiento de las tardes que terminan por desaparecer totalmente en la infausta noche del cambio de la hora oficial.

En la oficina moderna, esta época sombría lleva también aparejada la revisión del grado de cumplimiento de los objetivos para el año, ejercicio que, en los tiempos que corren, más se refiere al grado de incumpliento de los mismos. Se desata así una desenfrenada carrera orientada a la elusión de cualquier responsabilidad en los objetivos inalcanzados, actividad que requiere como elemento necesario un tercero al que pueda achacarse la misma.

En esta situación, "pasar la pelota" constituye en ocasiones el objetivo principal de la jornada laboral en la oficina moderna. El Diccionario de la Real Academia Española recoge el significado de esta locución como "evadir la propia culpa o responsabilidad en un asunto difícil , traspasándola a otra persona, organismo, etc.". Los dos elementos centrales del concepto son la propia elusión de responsabilidad y el traspaso de la misma a un tercero, que queda claro que puede ser cualquiera (propios o extraños e incluso la Cruz Roja) como queda claro en el etcétera final.

Por lo demás, el concepto ampara la diversidad casi infinita que encontramos en estas actividades. Si bien las las variantes presenciales (especialmente la que tiene lugar en reuniones tensas) son las más vistosas, también incorporan un elevado nivel de riesgo dado que pueden dar lugar al llamado "efecto ping-pong", en el que la pelota va y viene a una velocidad creciente. En los últimos tiempos, las variantes no presenciales han ganado importancia, constituyendo el correo electrónico una herramienta indispensable para pasar la pelota de forma efectiva. En todo caso, subrayemos que la copia oculta sólo es legítima en situaciones verdaderamente desesperadas.

Disponemos en inglés de una expresión (to pass the buck) con una significación casi idéntica. Entre los muchos valores de buck, el lector estará seguramente familiarizado con su uso en Estados Unidos para referirse al dólar (originado al parecer en la época en que una cabeza de ganado costaba precisamente un dólar).

Sin embargo, en esta expresión buck hace referencia a la mano en los juegos de cartas, especialmente el poker. El autor reconoce su desconocimiento de los rudimentos del poker (otra cosa sería si hablaramos de mus) por lo que se excusara que no se extienda sobre este particular. Apuntemos simplemente que sería algo así como correr la mano, en el entendido de que el primer jugador es el responsable del desarrollo o que precisamente por ser el primero en descartarse y apostar está en una cierta desventaja.

La expresión tiene una derivación de uso también frecuente en inglés. El presidente norteamericano Harry Truman hizo de the buck stops here (con el mensaje de "yo asumo la responsabilidad" o "nosotros asumimos la responsabilidad") una de sus frases políticas favoritas y desde entonces se utiliza en inglés con ese sentido. No hace falta añadir que el uso de esta expresión en España es muy infrecuente y no sólo por los presidentes.

Ejemplos prácticos:
  • Aunque lo intenté todo, siguieron pasándose la pelota y nadie asumió la responsabilidad de los excesos de gasto. I tried everything but they kept passing the buck and none took responsibility for the cost overruns.
  • No pases la pelota. La culpa es tuya. Don't pass the buck. It's your fault.

lunes, 11 de octubre de 2010

En su línea

Tratamos hoy una expresión de gran utilidad en la oficina moderna pues, a pesar de su sencillez, incorpora de manera muy efectiva dos elementos omnipresentes en nuestra conversación: la crítica a un tercero y la resignación.

Efectivamente, cuando decimos que alguien hizo algo "en su línea" no sólo damos a entender que desaprobamos su actuación sino también que no teníamos ninguna esperanza de que lo hiciera de otra manera más satisfactoria para nosotros. Más aún, expresamos nuestro convencimiento de que en el futuro seguirá realizando esta actividad de manera inadecuada.

Si bien, como puede observarse, las connotaciones detrás de esta locución son bastante complejas, podemos comunicarlas de manera muy efectiva en inglés mediante la expresión true to form, igualmente bastante sencilla. El origen de la expresión está en el mundo de las carreras de caballo (el turf, que dirían los pedantes) y hace referencia a las prestaciones que podemos esperar de un determinado animal de acuerdo con sus actuaciones anteriores.

También podemos decir simplemente as usual, el equivalente a nuestro "como siempre" que al igual que en castellano, diciendo casi lo mismo, resulta mucho menos expresivo salvo que lo complementemos con una entonación que suele sonar bastante ridícula en personas adultas.

Ejemplos prácticos:
  • En su línea, se pasó la reunión mirando la blackberry y no abrió la boca cuando se trataron los temas importantes. True to form, he spent the meeting checking his blackberry and didn't say a word when the important issues were discussed.
  • Le dejé varios mensajes en el contestador pero, en su línea, ni siquiera me devolvió la llamada. I left him several voice-mails but, true to form, he didn't even call me back.

viernes, 8 de octubre de 2010

Trapichear

Los excesos inmobiliarios de los últimos años, con sus escenarios laterales (o quizá centrales) en los diversos niveles de la administración y la política, han hecho de este concepto uno de los que caracterizan los últimos 20 años de la Historia de España (si se me permite la expresión).

Efectivamente, los trapicheos definen la actividad de la clase empresarial española, no sólo en los sectores más vinculados tradicionalmente a la construcción, sino en otros como el eléctrico (donde se han conseguido logros extraordinarios como timar a unos italianos antes de abordar la estafa colosal de las energías renovables) o los medios de comunicación.

Conviene notar, no obstante, que la palabra no tiene una connotación abierta o necesariamente delictiva, sino que el concepto se centra en la inteligencia utilizada para obtener el objetivo final (generalmente el propio enriquecimiento). Así, el Diccionario de la Real Academia Española define el concepto como "ingeniarse, buscar trazas, no siempre lícitas, para el logro de algún objeto".

Con el tiempo, sin embargo, ese generoso "no siempre lícitas" se ha convertido en un mero eufemismo tras el cual la única incognita es si los desmanes cometidos deben enjuiciarse ante la justicia civil, la penal o, más habitualmente, han de esperar al Juicio Final.

En inglés existe una expresión con un significado muy próximo, incluida su connotación negativa: wheeling and dealing (algo así como mover el carro y hacer negocio). El Cambridge Idioms Dictionary ofrece una definición que podemos traducir como "acuerdos complicados y generalmente deshonestos que se intentan hacer en la política y los negocios para obtener beneficios u obtener ventajas". Podemos utilizar también la expresión como verbo (wheel and deal) y también el sustantivo wheeler-dealer para referirnos al especialista en esta suerte.

Ejempos prácticos:

  • Antes de dimitir, la amenazó con publicar un artículo sobre todos los trapicheos del Gobierno regional. Before he resigned, he threatened her with an article he planned to write about all the wheeling and dealing in the regional government.
  • Parece tranquilo pese a la postura inicial de nuestros socios. A él le encanta entrar en el trapicheo y sabe que al final llegaremos a un acuerdo. He looks calm despite our partners' initial stance. He is a wheeler-dealer and knows that in the end we will reach an agreement.

martes, 5 de octubre de 2010

Olerse la tostada

El autor confiesa que siempre ha sentido una cierta perplejidad por las connotaciones negativas que adopta la tostada en la expresión que hoy nos ocupa. Especialmente dado que sus raices familiares se sitúan en regiones donde, además de al trozo de pan del desayuno, se designa con esta palabra a esa exquisitez gastronómica que en otras latitudes españolas se denomina torrija.

El caso es que el Diccionario de la Real Academia Española define "olerse la tostada" como "adivinar o descubrir algo oculto como una artimaña, una trampa, etc.", incorporando claramente una característica negativa a lo que se descubre o adivina. Aunque el DRAE no apunta un origen definido para esta expresión, la misma podría proceder del hecho de que en jergas gitanas y del mundo del hampa se utilizaba la palabra "tostada" con el valor de timo o engaño.

El inglés también recurre al sentido del olfato para expresar esta idea aunque de manera más explícita, pues la locución verbal to smell a rat (literalmente, oler la rata) tiene connotaciones muy similares al concepto que nos ocupa.

Ejemplos prácticos:
  • Cuando repasó los números, se olió la tostada y pidió más detalles de los excesos de gasto. When she went over the figures, she smelled a rat and asked for more details on the cost overruns.
  • Se olió la tostada cuando fue a buscarla a la biblioteca donde se suponía que estaba estudiando y no la encontró. He smelled a rat when he went to the library where she was supposed to be studying and didn't find her.